Supremo Tribunal Federal de Brasil determinó que medicamentos a pedido están sujeto a «Impuesto a los servicios de cualquier naturaleza».
El máximo Tribunal de Brasil arguyó que todo el proceso de comercialización de medicamentos manipulados – servicio inicial, adquisición de elementos químicos y otras materias primas, manipulación de fórmulas por farmacéuticos, etc. – demuestra la prestación inequívoca de servicios.