¿Cuál era el papel del «abogado del diablo» en la Iglesia católica?
Cuestionar los testimonios, los supuestos milagros, investigar a los testigos y dejar fuera de toda duda las afirmaciones acerca del santo hasta en sus más mínimos aspectos mundanos e incluso aplicando pruebas científicas, era la ingrata tarea de este sacerdote.