Es de mi agrado referirme a usted acerca de las manifestaciones feministas realizadas en Chile durante el último tiempo, más precisamente en contra de nuestro liceo, el Instituto Nacional, y analizando más que todo las consecuencias que esta trae por sobre sus intereses.
Es sabido que nuestra institución ha sido atacada, violentada e incluso ocupada por varias estudiantes de diferentes escuelas, dado el clima que han generado diferentes hechos de caracter machista y patriarcal, a nivel de país e institucional, siendo la violencia el medio de representarlo frente a nosotros los estudiantes.
Si bien, ningun polo justifica el otro, pienso que la respuesta dada por parte de las alumnas es repudiable y de ninguna forma digna.
Por un lado, es absurdo manifestar violencia contra la violencia, dado que lo que se busca es la unión y el respeto, siendo totalmente contradictorio lo anteriormente planteado, además que solo interrumpe e imposibilita la capacidad de dialogar y resolver los problemas sujetos a la contingencia.
También, creo que es una falta respeto tanto a nosotros como comunidad y a las alumnas que han visto durante un periodo considerable pausadas sus actividades escolares, dado que perdemos horas de clases lectivas y con ello la continuidad perfecta de nuestros estudios, y es un hecho notable que lo anterior aplica análogamente en ellas.
A consecuencia de lo anteriormente mencionado, lógicamente que se ve afectado <
Prueba de ello es el estudio realizado por el equipo de La Tercera, el cual dice que el puntaje promedio PSU de nuestro liceo en el año 2013 era 677, cuyos números bajarían hasta 642 en el año 2016.
En conclusión, creo que si bien los objetivos de las manifestaciones son correctos en todos los sentidos, la manera con la que se está llevando a cabo no son las adecuadas y solo contribuyen en el mal desarrollo de la educación.
Renato Planas