Muchos países están discutiendo cómo enfrentar los problemas fiscales, a raíz de la crisis provocada por la pandemia.
En Chile, existen dos determinantes claves para aumentar la recaudación fiscal: La disminución de la evasión en el IVA, que bordea el 20% e impuesto a la Renta, que no es medido; y la reducción de las «erosiones a la bases tributarias», que son exenciones, siendo necesario revisar las de ganancias de capital, la situación de las contribuciones de bienes raíces, entre otras.
El gobierno ha trabajado en ello y espera recibir los comentarios del FMI y OCDE. Ambas medidas deben ser revisadas sí o sí en una posible modificación a la normativa tributaria.
Por el contrario, se ha promovido en algunos sectores subir el impuesto al patrimonio, medida discutida en España, Suiza, Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Perú. Sin embargo, la recaudación es baja: en Colombia llega a un 0,4%; en Uruguay bordea el 1% y Argentina 0,2%, como porcentaje del PIB. También, en Alemania, BID y OCDE se ha propuesto subir el impuesto a la propiedad de las personas; y en Italia y Guatemala surgió la idea de subir el impuesto a la renta personal. El problema de esta última es la baja recaudación en América Latina, 2,2% del PIB versus los países OCDE, 8,3% del PIB.
Un impuesto al patrimonio no recauda mucho y es caro de implementar. Existen medidas más efectivas, como las mencionadas, que pueden aumentar la progresividad del sistema, recaudando más recursos.
Gonzalo Polanco
Director Centro de Estudios Tributarios
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile