Sr. Director:
Después de dos años y medio que empezaron a bajar la Tasa de Política Monetaria TPM, como anticipación a un menor crecimiento de la economía, se podría presumir que ésta empezaría a crecer. Pero, no es así, porque el Imacec, empezó a mostrar una baja hace aproximadamente un año y medio y, para colmo, la inflación, que es el principal mandato y preocupación, empezó a crecer hace un año.
Es decir, no se entiende casi nada de lo ocurrido en los últimos 3 años, porque se supone que las decisiones adecuadas tienen por objetivo conseguir buenos resultados: baja inflación y crecimiento y por ende más inversión. Y es necesario reflexionar sobre la inflación, porque hace 5 años, en medio de una recesión mundial, que no se registraba una tasa acumulada anual superior al 4,7%.
Lo anterior produce muchos más efectos negativos, puesto que en los últimos meses la tasa de interés es negativa: lo que para algunas instituciones es una causa necesaria para subir lo que cargan a sus clientes por mayor riesgo, en vista del futuro deterioro del poder de compra repetidamente anunciado y, en consecuencia, de un futuro incrementos de las cuentas por cobrar; además del desincentivo al ahorro a la vista de las empresas y de las personas y por ende a la inversión.
Para adelante se plantean muchas dudas: ¿El aumento del precio del dólar en 2% en una semana tendrá efecto en la subida de precios de los productos importados en los próximos meses? Cuando la FED anuncia que subirá la tasa de interés: ¿Aumentará aún más el precio del dólar en el mercado local? ¿Estas bajas de TPM están en concordancia con anuncios de que la economía nacional irá de menos a más en lo que resta del año?
En vista de todo lo anterior, se reitera el pedido de que se cree una agencia independiente de estudios del futuro (ADEF) que realice los trabajos de anticipación de las condiciones económicas o escenarios, por lo menos para el futuro cercano y mediano, de manera que la autoridad se encargue sólo de tomar las decisiones con respecto de la TPM. Esto por cierto requiere un cambio constitucional.
La reiteración en el atraso en la toma de decisiones en esta materia aconseja a tomar nuevas medidas, que eviten enormes traspasos arbitrarios de riqueza, como consecuencia de decisiones burocráticas de no mercado (Santiago, 25 julio 2014)