Se basa el presente análisis en la relación de circunstancias y factores que de acuerdo al criterio e intereses de grupos específicos, debe adaptarse la sociedad a sus percepciones y el Estado legislar y permitir, cualquiera de sus acciones u omisiones, porque todo es un derecho, y no tienen deberes.
Conceptos tomados del Diccionario de la Lengua Española (DLE) para con ello, no entrar en discrepancias conceptuales de acuerdo a criterios de unos u otros autores.
DLE, por derecho se entiende: el "Conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regula las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observación puede ser impuesta de manera coactiva".
El deber es: 1. Estar obligado a algo por ley divina, natural o positiva. 2. Tener la obligación de corresponder a alguien en lo moral.
So pretexto de que todo es un derecho, el abuso de éste desplaza los deberes y, el respeto a los derechos de los demás.
Los derechos no son ilimitados, se terminan donde comienza el derecho ajeno.
Sobre el considerado derecho al consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, está llevando a la sociedad a prepararse para que las personas se adecúen a ser fumadores pasivos y observadores al consumo de estas por doquier. Sin importar lugar, condiciones o circunstancias; niños, jóvenes, ancianos y sociedad en general tendrán que adaptarse y tolerar, el derecho que tienen grupos específicos de consumir estas sustancias cómo, donde y cuando quieran, porque sus derechos están por encima del derecho de los demás, hasta el de respirar aire puro.
Por otro lado. Se ve claramente la distorsión o abuso al derecho, en la sedición de personas sin escrúpulos que tienen "derecho" a marchar desnudas drogándose y masturbándose en plena vía pública, a destruir bienes y/o propiedades, y a obligar a bailar, ridiculizar y humillar a quienes ejercen el derecho a la libre circulación. El exhibicionismo no es derecho, es una perversión.
Si el Derecho es una percepción a conveniencia y no una ciencia, cada quien tiene el derecho a tener la edad que persiva de si mismo, a contraer matrimonio con el número de personas que considere, a circular desnudo por cualquier medio y lugar, a la zoofilia, y en lo sucesivo; a lo que pudiera ocurrírsele a los que tienen derecho a todo, sin excluir sectas, religiones o grupos radicales no aceptados socialmente, por los momentos.
Pareciera que a futuro, los órganos jurisdiccionales dictarán sentencias no en base al conocimiento científico, la máxima de experiencia, la moral, las buenas costumbres y el orden público sino, en base al derecho que cada quien ejerce y persive de sí mismo.
No se puede obviar que las causales de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, no son suficientes para quienes consideran que hay que legislar el "derecho al aborto libre" de causales, porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo".
Se puede concluir que, los antivalores están subyugando principios morales, religiosos, jurídicos, familiares y sociales, saliendo de estos los criterios impulsados por grupos específicos para considerar sus derechos y, socavar el derecho de los demás.
Las tres grandes preguntas que hay que plantearse y plantarse son: 1) ¿Dónde quedan el orden público, la moral, las buenas costumbres y el derecho de los demás? 2) ¿Qué realmente se debe permitir para el bienestar social? 3) ¿Deben el Estado tolerar absolutamente todo, o sancionar según el ordenamiento jurídico y el bienestar social ajustado al Estado de Derecho y de justicia?
En la práctica, las normas de orden públicos progresivamente están siendo llevabas a ser relajadas por los particulares.
Por último, valga la reflexión. Hasta el lenguaje tendrá que ser modificado de acuerdo al derecho que algunas personas o grupos, dicen tener. Sostengo y a los hechos me remito, no sólo sienten que tienen derechos a decidir sobre ellos, también sobre el derecho de los demás. (Santiago, 9 marzo 2020)