Sr. Director: Contesto las objeciones del Sr. Sebastián Figueroa Rubio (véase relacionado) a mi columna “No marcar el voto” del 10-X-2013 de este Diario.
1. Me alegra constatar el interés del Sr. Figueroa en este delicado tema.
2. Su idea de “asumir una concepción de la democracia que le quite importancia al voto y reconocer que existen otros rituales igual o más importantes como son la organización de marchas, el juntar firmas o el marcar el voto con una A.C.”, es preocupante y carece de paridad y de eficacia.
3. Es preocupante porque el sufragio es el único derecho político con que cuenta el Cuerpo Electoral para participar y decidir en la vida política. Don Jorge Huneeus, ya en el s. XIX, calificó al Poder Electoral como el más importante de todos porque elige a las autoridades políticas de un país (“La Constitución ante el Congreso” t. I, pg. 66). Lo mismo sostiene Georges Burdeau en su “Derecho Constitucional e Instituciones Políticas” (Ed. Nacional, Madrid, 1981, pg. 593). Restarle toda importancia al sufragio, en Chile, sería reducir la democracia a cero.
4. El Sr. Figueroa no debiera comparar siquiera al sufragio con la organización de marchas, juntar firmas o marcar el voto, porque estas son simples manifestaciones de la libertad de expresión que no guardan paridad con el voto pues no son derechos políticos y no tienen carácter resolutivo. Insinuar que pueden ser más importantes que el sufragio es no entender la naturaleza ni la importancia de éste.
5. El cohecho nada tiene que ver con el secreto del voto. Es la marca del voto la que abre la puerta a esta práctica abominable. Yo soy partidario de una Constitución originada democráticamente y –de ser posible– a través de una asamblea constituyente. Pero no voy a desvirtuar la finalidad esencial del sufragio –que debiera ser obligatorio– con añadidos que lo desnaturalizan. Por lo demás, nunca he dicho que “marcar el voto implica que habrá cohecho” como me adjudica gratuitamente el Sr. Figueroa.
6. Finalmente, recalco que si lo que persigue la marca del voto es conocer la cantidad de adherentes a una A.C., el resultado puede ser adverso a este propósito pues habrá muchos que, estando a favor de una A.C., no correrán el riesgo de desvirtuar su voto con esa marca (Vaparaíso, 18 octubre 2013)
RELACIONADOS
*Marca tu voto” y el legítimo ejercicio del derecho de asociación…
* Una revolución jurídica…
* “Marca Tu Voto” y el destierro constitucional…
* “Marca tu voto”: una campaña inconstitucional…