Artículos de Opinión

Matilde Throup Sepúlveda, primera abogada en Chile y Sudamérica.

Doña Matilde, la tercera mujer en obtener un título profesional desde la vigencia del Decreto Amunátegui firmado en Viña del Mar en febrero de 1877, y que permitió a las jóvenes ingresar a la Universidad.

El 6 de junio se cumplen 129 años desde que la primera mujer juró como abogado en nuestro país y Sudamérica. Este hecho -que no debería ser ninguna sorpresa en la actualidad, pues hoy estudian y juran más mujeres que hombres- a fines del siglo XIX fue todo un acontecimiento. Doña Matilde, la tercera mujer en obtener un título profesional desde la vigencia del Decreto Amunátegui firmado en Viña del Mar en febrero de 1877, y que permitió a las jóvenes ingresar a la Universidad, logró romper una serie de prejuicios que se enfrentaron muchas mujeres que abrazaron el estudio del derecho, hasta ya bastante avanzado el siglo XX. Ella padeció en varias ocasiones la actitud de los profesores que deseaban su fracaso en sus exámenes, como uno de ellos quien le indicó: “Las mujeres a coser y cocinar en su casa”.
Su juramento causó revuelo, no solo en Chile sino en el extranjero. En Bélgica, el abogado Luis Fort solicitó al Presidente de la Corte Suprema antecedentes acerca de las dificultades que Matilde Throup había tenido para obtener el título de abogada, requiriendo un documento que le permitiera acreditar ante las autoridades judiciales belgas que en Chile había una mujer que ejercía dicha profesión. Similar situación se desarrolló en Argentina, cuando la Corte Suprema trasandina solicitó un informe a Chile de lo acontecido en el caso de doña Matilde, pues la Corte de Buenos Aires había negado dicho derecho a doña María Angélica Barrera (primera abogada trasandina), quien al reclamar dicha arbitrariedad dio el ejemplo del caso chileno, oficiándose para tal efecto. Sin embargo, esto no significó para nuestra primera colega mujer un camino fácil, pues además de enfrentar los prejuicios que nuestra sociedad tenía respecto del trabajo femenino, se vio también enfrentada a las trabas institucionales del propio Estado. Así fue el caso de la primera mujer en oponerse al cargo de Notario Público y Secretario del Juzgado de Ancud, el cual fue rechazado por el Fiscal Judicial de la Corte de Apelaciones de Concepción, por el solo hecho de ser mujer. Mas, la señorita Troup no se aminoró frente tal injusta decisión, y recurrió ante la Corte Suprema para revertir la medida, la que luego de la visita del Fiscal de la Corte Suprema por sentencia de fecha 23 de septiembre de 1893, fue acogida considerando la igualdad entre hombre y mujer para acceder a dichos cargos y reconociendo la contribución de doña Matilde, al eliminar restricciones para que mujeres fueran abogados. Posteriormente, se presentó a los concursos para los cargos de oficial civil de la Primera Circunscripción de Santiago y Notario Público de Santiago, siendo en ambas aceptada para el examen correspondiente. No obstante, doña Matilde ejerció intensamente la profesión, teniendo una numerosa clientela. Muchas de dichas defensas correspondían a los más pobres que concurrían a su oficina, lo que nos evoca el recuerdo de la colegiada doña Lidia Hogtert en el Colegio de Abogados de Valparaíso.
Doña Matilde se une a un selecto grupo de mujeres que fueron punta de lanza para la inclusión femenina en la abogacía, como lo fueron Matilde Brandau, Gudelia Pacheco, Filomena Casarino y posteriormente Elena Caffarena en Santiago; Laura Fuenzalida, Berta Santiagos, María Skarpa, Adriana Preusser, primeras abogadas en Valparaíso; y, Clarisa Ratamal primera abogada en Concepción. El Colegio de Abogados de Valparaíso no ha estado ajeno a reconocer la contribución de las mujeres en nuestra profesión. Desde el 2017, por primera vez la Vicepresidencia de la Orden la ejerce una distinguida colega, doña Aida Halaby Cury. En 2019, por primera vez en la historia de nuestra centenaria institución, se le otorgó a otra honorable colega el más alto reconocimiento que otorga nuestra Orden, el premio de Excelencia Profesional a doña Inés Pardo, primera profesora de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, lamentablemente fallecida hace pocos días.
Ciertamente, doña Matilde representa a todas esas mujeres que día a día ejercen la abogacía. Para ellas también va nuestro reconocimiento, ya que todos y todas hemos construido el Colegio de Abogados de Valparaíso. (Santiago, 5 junio 2020)

 

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