La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo.
Karl Kraus
Según la OMS, la pandemia del coronavirus es la peor crisis que el mundo ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial[1], pero un estudio publicado por el Imperial College estimó que las medidas tomadas por los gobiernos europeos para frenar la pandemia, como el estricto confinamiento, habrían logrado salvar más 59.000 vidas[2].
El estudio indica, además, que el número de infectados en cada país sería superior a la registrada oficialmente ya que existe un altísimo de casos infectados asintomáticos. Aun así, el número de personas contagiadas sigue estando muy por debajo de los requeridos para alcanzar la teoría del rebaño que necesita caso in 70% de la población se vuelva inmune al virus por haberse ya infectado de manera que el aislamiento sigue siendo la medida más efectiva contra en Covid 19[3].
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la forma en que dicha medida se ha llevado a cabo. Los Defensores de Derechos Humanos han denunciado que las medidas anti-propagación que aplican los gobiernos estarían mermando la democracia y los derechos civiles a través de los toques de queda, el distanciamiento social, el rastreo tecnológico, llegando hasta los límites del totalitarismo[4].
Con todo, el Covid ha logrado ser controlado en algunos países, mientras que en otros los estragos van al alza. Y mientras el mundo se debate en esa lucha, hay otra amenaza a la vuelta de la esquina: una nueva recesión ecónomica. Pero hay que ser justos, esa crisis que ya estaba anunciada para el 2020 de manera que no fue producto de la pandemia. Lo que hizo el Covid-19 fue sólo acelerar su aparición[5].
En relación con la pandemia y la economía, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet ha declarado que el virus ha demostrado que el actual sistema económico no funciona porque produce grandes desigualdades y que, a la hora de construir la recuperación, es necesario pensar en una nueva economía que sea inclusiva y sostenible[6]. Por su parte, para el presidente López Obrador de México la pandemia y sus estragos estarían desnudando las falencias del capitalismo[7], mientras que para el lingüista Noam Chomsky esta crisis sería el enésimo ejemplo del fracaso del mercado y que el asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación[8]. Todas estas opiniones han fortalecido el ideario de que sería necesario construir un nuevo modelo de desarrollo y reforzar la integración regional para enfrentar nuevas y futuras crisis y confluir hacia un mundo más democrático, menos desigual y más sostenible[9].
¿Será éste el inicio del fin del capitalismo tal como lo conocemos, para dar paso a una nueva forma de economía, con un modelo más justo y regulado? O sólo será otro ciclo más de la economía mundial porque, en definitiva, ¿no existe otro modelo más exitoso que éste? Dicho en otras palabras: ¿habrá llegado el momento en que la sociedad cambie la forma en que accede a los bienes porque hemos comprendido -al fin- que este sistema económico nos ha enrostrado hasta el hartazgo que sólo el que puede pagar puede….vivir?
ES EL MODELO, ESTÚPIDO
Hasta antes del siglo XVI, la economía solo se refería al gobierno del hogar, pero desde entonces comenzó a ser aplicada a la sociedad en su conjunto llegando a ser el modelo que, en la actualidad, es la versión dominante y casi única que se aplica para explicar los diferentes procesos sociales, ecológicos, etc.[10] En la actualidad, un buen número de países en el mundo implementa el modelo de la economía mixta, donde conviven el sector público con el mercado, aunque en determinados momentos predomina una de las dos fuentes[11].
Con los hechos que se van sucediendo, se ha visto reforzada la opinión de que los países más capitalistas han sufrido crisis más profundas producto de la pandemia, al carecer de un Estado centralizado y de robustas políticas públicas sanitarias. Las opiniones contrarias, por su parte, han defendido que la economía manda y no puede parar[12] y que, contrariamente a lo pensado, los países con capitalismos más “competitivos” habrían logrado sortear más eficazmente el control de pandemia. Para el economista Sebastián Edwards, aquel calificativo -más- sería determinante, ya que volvería al capitalismo en un sistema económico transparente, democrático, liberal, paternalista y más igualitario que contaría con amplias redes de apoyo social, versus -el que él denomina- un “capitalismo no competitivo” o capitalismo a secas que, basado en colusiones y redes de amigos, que sería poco eficaz y tendría escasa capacidad de respuesta ante una crisis de proporciones[13].
Para fundamentar lo anterior, el economista se apoya en el estudio que subió New England Complex Systems Institute a su sitio endcoronavirus.org[14] y que dividió a los países en tres grupos según su eficacia en el control del avance: los que están controlando la plaga, los que no la controlan, pero han avanzado mucho y los que no la controlan y les falta “mucho camino por recorrer”. Edwards señala que el estudio habría arrojado que Chile se encontraría en el tercer grupo, y que ningún país de América se encuentra en el primer grupo. Luego, basándose en estudios sobre los sistemas económicos y la calidad de las democracias, concluyó que la mayoría de los países del primer grupo -17 de 20- tendrían sistemas económicos “muy competitivos” o “competitivos”, en el sentido de estar en la mitad superior del índice de libertad económica y 14 serían naciones con sistemas democráticos vibrantes, transparentes y avanzados. Luego, en el caso de China, si bien está en el primer grupo, a juicio del economista su sistema político totalitario habría sido el causante de que los efectos de la pandemia hubieran sido de proporciones aún mayores que las esperables.[15]
Edwards concluye que los resultados indicarían que son los países con capitalismos más competitivos, democráticos, transparentes, igualitarios y paternalistas los que están mejor preparados para salir adelante, países cuyo Estado es limitado, pero fuerte que debe hacer pocas cosas, pero debe hacerlas bien, con eficiencia y parsimonia, con transparencia y bajo control democrático[16].
De lo anterior, no queda claro el concepto de economía capitalista que aplica el autor, ya que de la lectura se podría inferir que intenta elogiar el capitalismo liberal relacionándolo con los resultados del Covid pero, a la vez, asume como necesaria la participación del Estado, pero limitada como él dice. Y aunque en ningún momento se refiere en términos de economía mixta (Estado-mercado), tanto las características que esboza como los países a los que se refiere se dirigen hacia esa dirección, tal como veremos a continuación.
Con todo, creemos importante diferenciar los dos aspectos que conjugan en este caso: el primero, son las políticas públicas sanitarias que han tomado las autoridades de cada país para hacer frente al Covid 19 (lo que sí se ve influenciado por el tipo de sistema político imperante) y el segundo, completamente distinto, son los efectos económicos que tendrá esta pandemia en los países y que algunos ya comenzaron a resentir. Pero determinar el éxito o fracaso de un país frente la pandemia debido a su sistema económico sería como declarar que está lloviendo sin salir a mirar a la calle: para comprobarlo no basta sólo con escuchar el ruido de la lluvia, también es necesario verla, escucharla y sentirla.
Con todo, las opiniones del economista nos sirven para hacernos una serie de preguntas sobre los actuales éxitos y fracasos de los países ante el Covid. Porque hay un grupo que, actualmente, está saliendo de la cuarentena, iniciando la etapa estival reabriendo el comercio y con sus niveles de contagio totalmente controlados. Sin embargo, en otros da la impresión de que existiera un absoluto descontrol en el manejo de la pandemia y que sus políticas han sido adoptadas de manera tardía e improvisada. ¿Qué es lo que tendrían en común los países exitosos ante el Covid 19? ¿Qué ha sido lo que les ha faltado a los países “del tercer grupo”? ¿Habrá influido el sistema político en el resultado final? ¿Tendrá algo que ver con todo esto los modelos económicos? Y si es así, ¿en qué medida?
LAS MEDIDAS DE LOS COVID WINNERS
2.1. ESTUDIOS PRELIMINARES
Actualmente, los diez países con más casos de contagios en el mundo, en orden decreciente, a la fecha son: EE.UU, Rusia, Brasil, España, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Turquía e Irán[17]. En contraste, los países que están saliendo de la cuarentena y comenzando a reanudar parcialmente sus actividades son: Francia, España, Alemania, Suiza, Holanda, Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Grecia y Montenegro, entre otros[18]. La gran mayoría, en ambos grupos, son pujantes economías mixtas.
En la actualidad, existen varios centros de estudios que están midiendo los avances y retrocesos de cada país frente a la pandemia. Por ejemplo, el Centro de Ciencias e Ingeniería de la Universidad John Hopkins recopila información diariamente sobre los casos diagnosticados, las muertes y las altas en todo el planeta. Sin embargo, su información es limitada porque únicamente dispone de datos de testeos de diagnóstico en los estados que componen los Estados Unidos. Luego, el portal Worldometer ofrece información sobre los testeos realizados en todo el mundo a partir de fuentes oficiales como los ministerios de Sanidad de los distintos países. También existe el repositorio Our World in Data de la Universidad de Oxford que recopila datos sobre el coronavirus en todo el mundo, incluidos los test, bien sean PCR, anticuerpos u otros test rápidos[19]. Covidtracker, por su parte, es una herramienta elaborada por la universidad de Oxford y evalúa las medidas de los países contra la pandemia rastreando y cotejando las estrategias adoptadas en 73 países, incluido Chile[20].
Mención aparte merece el estudio -no portal- “Índice de Respuesta y Gestión del Coronavirus”, elaborado para el Foro Regulación Inteligente que busca medir la respuesta y gestión del coronavirus a partir de indicadores objetivos referidos a la situación sanitaria y económica de los veintisiete socios de la Comunidad Europea y que toma en consideración un total de ocho variables: tasa de letalidad, número de contagios frente al total de test realizados, test realizados por cada mil habitantes, comparativa entre el número de camas UCI necesarias y disponibles, estimación de caída del PIB para 2020, proyección de aumento del paro, saldo fiscal heredado del ejercicio anterior y deuda pública a comienzos de 2020.
Ahora bien, respecto a los estudios anteriores, no logramos constatar diferencias importantes entre sus resultados y el arrojado por endcoronavirus.org lo que nos permitiría utilizar los datos de este último para nuestros planteamientos, sin perjuicio que podamos disentir en algunos casos, como será expuesto en su oportunidad.
Como primer aspecto, es interesante destacar que dicha página arroja un listado de 42 países que le habrían ganado al Covid -y no 20 como indicó el columnista- dentro de los cuáles cuatro son americanos, que son los casos de Paraguay, Cuba, Costa Rica y Uruguay[21]. Lo anterior, nos permitiría desde ya desechar las conclusiones de Edwards al basar su análisis en una muestra incompleta del primer grupo. El autor no esboza las razones por las que habría basado sus fundamentos sólo en la mitad del grupo o los criterios y estándares que habría aplicado para elegirlos como “representantes del primer grupo”. Sin embargo, un análisis incompleto de los sujetos de la muestra no permitiría lograr respuestas acabadas y fundamentadas, por lo que las conclusiones no podrían considerarse científicamente confiables.
Aun así, nos parece interesante tomar el grupo de los países winners o “Covid winners” de ese estudio para ver si encontramos alguna similitud entre ellos que nos permita responder la razón de su -supuesto- éxito. Lo primero que destaca del conjunto es que, en su gran mayoría, son países pequeños (por ejemplo, Ciudad del Vaticano, Luxemburgo, Cuba, Mónaco, San Marino, entre varios) o tienen baja densidad poblacional (por ej. Islandia). No creemos, a primera vista, que sea aquello que justifique el éxito de control de la pandemia, aunque sin duda que pudiera beneficiarles.
Luego, destaca un número considerable de países que tienen regímenes antidemocráticos: Andorra, Liehtenstein, Luxemburgo y Mónaco (principados), Barbados, Jordania, Camboya y Butan (monarquías constitucionales), China, Vietnam y Cuba (unipartidista) y Ciudad del Vaticano (monarquía absoluta)[22]. Este tipo de gobierno tendría la ventaja de contar con una mayor centralización que le permitía mayor rapidez para tomar decisiones en las medidas contra la pandemia, evitándose la demora que produce el sistema democrático. Por ejemplo, el rey de Jordania impuso la pena de cárcel de 1 año a quien incumpliera la cuarentena[23] y en Vietnam, que tenía todo para que su sistema colapsara al ser país fronterizo con China, las políticas centralizadas y su extrema rigurosidad lograron controlar la pandemia y evitar un colapso de proporciones. Con todo, podemos constatar que un número no despreciable del grupo -un 28.5% de los países que le ha ganado a la pandemia- tiene sistemas antidemocráticos.
2.2 LOS COVID WINNERS: MOTIVOS DE SU ÉXITO
Ahora, si nos abocamos a la revisión de los países democráticos y las medidas que sus gobiernos han adoptado para enfrentar el virus, podemos constatar que entre ellos comparten ciertos patrones comunes. En otras palabras, este grupo de casi treinta países han sido exitosos para enfrentar la pandemia porque sus gobiernos han adoptado una actitud y una política sanitaria similares. Pero, a diferencia del economista -que se basó en estudios en los sistemas económicos y la calidad de las democracias- nosotros evaluaremos nuestros resultados en base a la eficacia de las políticas públicas adoptadas, la participación ciudadana, la centralización y coordinación de las decisiones de las autoridades y en el éxito de los resultados. Analizados todos los factores anteriores, obtuvimos que los Covid winners tienen en común las siguientes medidas:
En primer lugar, una política preventiva. Hay países que tomaron medidas con mucha anticipación, que hicieron el seguimiento del virus a nivel mundial desde antes de la crisis y que se prepararon con tiempo para las consecuencias. O sea, hicieron bien la tarea. Es el caso de Islandia, que fue uno de los primeros países en estudiar el virus y hacerle un seguimiento a su evolución, de modo de cuando detectaron su primer contagio sus investigadores ya llevaban semanas haciendo pruebas para detectar el virus en todo aquel que ingresara al país[24]. Caso similar es el de Tailandia, considerado uno de los más exitosos países en el manejo de la pandemia, registrando bajas a partir de marzo. Esta nación llevaba casi cuatro meses imponiendo medidas restrictivas y realizando controles a extranjeros que llegaban desde China[25]. Luego Cuba, desde el mes de enero elaboró un plan de prevención y control del coronavirus cuando todavía era una amenaza[26] y Noruega fue uno de los primeros países en imponer medidas muy estrictas para controlar la pandemia, cerrando a comienzos de marzo las fronteras y locales comerciales[27]. En el caso de Georgia, a pesar de encontrarse lejos del epicentro, las autoridades sabían que era sólo cosa de tiempo que la enfermedad llegara a su país, de modo que desde enero se tomaron medidas concretas para mitigar el efecto de la pandemia iniciando una campaña informativa en aeropuertos y en las fronteras y un control riguroso de la temperatura y la aplicación de testeos masivos a toda la población[28]. Malta, por su parte, una isla densamente poblada, fue uno de los primeros países europeos en introducir un examen térmico tanto en el aeropuerto como en el puerto que recibe a ferries y cruceros, para detectar a tiempo a posibles personas infectadas por el virus[29].
Luego, la rapidez de la acción ante la pandemia. Fue una medida aplicada especialmente entre las islas. Son los casos de Islandia, Grecia[30], Australia[31], Chipre[32], Isla de Mauricio[33], Trinidad y Tobago[34] y Malta[35] que cerraron sus fronteras marítimas y aéreas tan pronto presentaron sus primeros casos de contagios o fallecidos. En el caso de Nueva Zelanda el gobierno impuso el cierre de forma prematura, poniendo al país en estado de máxima de alerta y ordenó el autoaislamiento a las personas que ingresaban al país, cuando sólo había 6 casos en todo el territorio, junto con prohibir el ingreso de extranjeros[36]. El gobierno de Uruguay, por su parte, declaró emergencia sanitaria el mismo día que se detectaron los primeros casos, junto con la suspensión de clases y el cierre de las fronteras[37]. Croacia es considerado por una investigación británica como uno de los países que introdujo las medidas más rigurosas y de forma más precoz en Europa y el mundo[38] ya que, luego de sufrir un terremoto a comienzos de abril, el país compró a China unas 60 toneladas de suministros médicos, 3,7 de las cuales fueron donadas[39]. Estonia, uno de los países menos poblados de la UE, también basa su éxito en la rapidez a la hora de tomar medidas aplicando la suspensión de actividades sociales a principios de marzo, junto con el cierre de fronteras y la exigencia de distancia social entre sus ciudadanos[40], medida que también aplicó rápidamente Portugal, junto con la distribución masiva de los test y la instalación, desde muy pronto, de servicios de urgencia exclusivos para contagiados[41].
Aplicación de medidas centralizadas y estrictas. Cuba convocó a múltiples sectores de la institucionalidad ya que fueron conscientes de que “esto no lo podía resolver sólo el sistema de salud[42]". Kosovo, luego de superar una crisis institucional, logró salir adelante y establecer políticas unitarias para restringir de manera estricta la circulación de las personas, imponiendo cuarentenas de 17pm a 06 am[43]. Por su parte, Eslovakia, pese a su controvertida "aplicación espía" para rastrear los teléfonos móviles de supuestos violadores del confinamiento[44], su éxito contra la pandemia lo atribuye a las exigentes medidas sanitarias adoptadas en todo el territorio, tanto a la población como al comercio[45].
Vigilancia exhaustiva a los contagiados y sus contactos. Aquí nos encontramos con países como Georgia, donde las autoridades aplicaron un aislamiento riguroso a los casos positivos y vigilancia exhaustiva a sus contactos[46]; Islandia que chequeó desde un comienzo a cada persona sana o enferma que ingresara a la isla, junto con aislar los casos contagiados o sospechosos y hacer seguimiento a todos los contactos de cada caso positivo. Cuba, por su parte, aplicó la vigilancia epidemiológica, considerada por la Organización Panamericana de Salud como una estrategia agresiva para frenar la pandemia que muestra resultados favorables, junto con realizar “pesquisas por casa” por estudiantes del área sanitaria que chequean día a día el estado de salud de los habitantes [47], medida que también aplicó Costa Rica -país con menos muertes registradas en el mundo- con los llamados EBAIS, centros de atención primaria y trabajadores sanitarios que visitan a los pacientes a sus domicilios y entregan medicinas y asistencia[48]. Por último, San Marino, un país muy pequeño de al menos 33mil habitantes, ha logrado interceptar todos los casos contagiados, debido a seguimientos rigurosos y el cierre de sus fronteras con Italia[49].
Test masivos, a toda población gratuitos o a muy bajo costo. Islandia basó su éxito en la aplicación de pruebas a todas las personas, sanas o enfermas, ya que entendió que de esa forma lograba obtener un patrón más real del estado de los contagios y datos más fidedignos sobre su morbilidad y letalidad. Bélgica también aplicó pruebas a toda la población, país que, además, es uno de los pocos del mundo que está incluyendo todas las muertes extra-hospitalarias por Coronavirus en sus cifras (y son una proporción apreciable del total)[50]. La misma medida la adoptó Georgia[51] y Sri Lanka que, pese a un rebrote, atribuye parte de su éxito a la alta tasa de pruebas de coronavirus ya que, al 30 de abril, el país estaba realizando 930 pruebas por 1 millón de personas, en comparación con otros países del sur de Asia como Bangladesh (393), India (602) y Pakistán (703)[52]. Por último, Malta, junto con aplicar ayudas económicas y la regulación del precio de las mascarillas cuando comenzaron a ser de uso obligatorio, basó su mayor éxito en la práctica de muchos testeos, llegando a 50.000 unidades a la fecha[53].
Consenso social y apoyo de la ciudadanía. En este sentido, se constata cómo el apoyo ciudadano ha sido fundamental para llevar adelante exitosamente las políticas sanitarias. En el caso de Australia, su primer ministro construyó amplísimos consensos nacionales con las banderas de combatir el virus[54]; Islandia, logró crear un sentido de comunidad para ayudarse entre todos[55], mientras que Uruguay llamó al confinamiento voluntario de la población, que fue rápidamente acatado en masa[56]. Costa Rica, por su parte, alude a que gran parte de su éxito se debe a la disciplina y el compromiso con la que los costarricenses han respetado las medidas de distancia social[57] y, en el caso de Chipre, las autoridades vieron cómo su población apoyaba con un altísimo 70% las medidas de cuarentena, lo que se demostró en su cumplimiento al pie de la letra[58]. Georgia, por su parte, promovió fuertes campañas para elevar la concientización pública sobre la importancia del distanciamiento social y de quedarse en casa ante la existencia del virus que no tiene aún una cura, con el fin de que las personas aprendan a vivir con ello de manera responsable[59]. Tailandia, por su parte, estimó que el gran apoyo de la ciudadanía al confinamiento había sido crucial en el éxito contra la pandemia, lo que ha conseguido que los números de contagios y fallecidos sigan a la baja[60], lo mismo que Eslovakia, cuyas autoridades elogiaron la disciplina de sus habitantes para acatar las medidas de aislamiento y cuarentena[61]. En el caso de Taiwán, si bien la actividad en distintas áreas continúa, aquello se debe gracias a la toma de conciencia que ha desarrollado la población ante las rigurosas medidas sanitarias establecidas y a la concientización de que el virus no va a desaparecer del todo, de modo que lo único que se puede hacer por ahora es mantener una rutina personal de prevención[62].
Confianza en la ciencia, la política en segundo plano y la economía se verá después. Islandia basó sus decisiones más importantes en los resultados científicos y aplicó la política para ayudar a coordinar a la población[63]. Macedonia del norte decidió aplazar sus elecciones privilegiando el confinamiento y aislamiento de la poblacion y evitar su propagación[64]. Por su parte, Estonia con un continuo descenso de sus contagios[65] al igual que sus países limítrofes Letonia y Lituania, abrieron sus fronteras entre sí después de 30 años de independencia demostrando que la unidad entre los estados en situaciones extremas sí puede rendir frutos[66]. Pero uno de los casos más destacados es Portugal, donde el partido de oposición se cuadró con el gobierno a 5 días de decretado el estado de emergencia, ofreciendo la colaboración de su formación y toda la ayuda que pudieran brindarles con el fin de remar todos en la misma dirección porque, como dijo el jefe opositor, “su suerte es nuestra suerte[67]”.
Nuevas formas de gobernar. No podemos dejar de destacan a Taiwán, Nueva Zelanda, Islandia, Noruega, Finlandia y Dinamarca quienes son algunos de los países que se están enfrentando de manera muy exitosa contra la pandemia del coronavirus y que tienen en común que son liderados por mujeres. Merece destacar que la aplicación de innovadoras políticas, como el manejo adecuado de los datos, la prontitud en la toma de las primeras medidas, el buen uso de las nuevas tecnologías, la transparencia, el uso de redes sociales para mantener un contacto directo con sus ciudadanos y la empatía, son las armas que – según la revista Forbes- han logrado que estas líderes estén venciendo, con éxito, la pandemia del Covid 19[68].
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO…. O SALUD.
Sin embargo, dentro del listado de los Covid winners, encontramos países que no han logrado controlar de manera efectiva la pandemia y mucho menos que estén tratando de hacerlo. Se trata de casos como Burkina Faso, que es actualmente uno de los países más pobres del mundo, con una alta tasa de densidad poblacional y de emigración dadas las pocas ofertas que el país les entrega a sus habitantes[69], lo que podría explicar, de algún modo, la baja de contagios. Yibuti, que posee un poco más del millón de habitantes, tiene actualmente una tasa de pacientes confirmados de coronavirus de 195,14 por cada cien mil habitantes, muy alta si la comparamos con la del resto de los países. Según los últimos datos confirmados, 2.047 personas confirmadas de coronavirus, 219 más que el día anterior[70].
También se observan casos en que los datos aportados por los gobiernos no serían del todo confiables. Jamaica, en el Caribe, si bien presenta pocos contagios en relación con su población con una curva tendiente al alza[71], en los hechos, las autoridades han declarado que no se sabría a ciencia cierta cuál el número real de casos existentes (tanto en Jamaica como en el Caribe) lo que se produciría con motivo de los retrasos en el reporte de los casos confirmados, la poca cantidad de pruebas de testeo que se le aplica a la población, el envío de las muestras otras ciudades para el procesamiento y la poca búsqueda activa[72].
Luego, hay países que, actualmente, están siendo seriamente afectados por conflictos internos. Uno de esos casos es el Líbano, donde las autoridades ordenaron la cuarentena por el Covid 19 el 21 de febrero pasado, pero se permitió la apertura de una parte del comercio y las actividades a fines de abril[73]. Todo indicaría que la decisión de levantar rápidamente la cuarentena no habría estado motivada por la baja del número de contagios, sino que, ante la presión de las violentas protestas suscitadas en varias ciudades en contra de las medidas restrictivas, la falta de trabajo y de alimentos[74]. A la inestabilidad interna, se suma el reciente anuncio de su primer ministro de que el país estaría al borde de una grave crisis alimentaria derivada de la crisis económica, solicitando la ayuda urgente a Estados Unidos y Europa ante un eventual éxodo masivo de sus habitantes a esos continentes[75]. El Líbano es, actualmente, uno de los países más desiguales del planeta donde el 1% más rico posee el 40% de la riqueza[76].
Otro caso de desestabilización política es Mali, una de las naciones más pobres del mundo, que sufre actualmente los ataques terroristas de la alianza yihadista vinculada a Al Qaeda y que han provocado el desplazamiento de muchas familias hacia las zonas rurales para evitar los efectos de los ataques. Pero allí las condiciones de salud son muy extremas y las ayudas muy escasas y si bien los habitantes saben de la amenaza del Covid 19 su prioridad es buscar qué comer o qué vender para conseguir alimento[77].
Por último, Eslovenia quien luego de masivas y ruidosas protestas en contra de las medidas restrictivas de las autoridades y las denuncias de corrupción del gobierno por la compra de insumos médicos, declaró a mediados de mayo haber superado la pandemia y con ello puso fin a la cuarentena[78]. Mientras los especialistas consideran que la medida es muy prematura siendo difícil diagnosticar sus consecuencias[79] y la Organización Mundial de la Salud ha advertido que es demasiado pronto para declarar el fin de la epidemia[80] , la radio pública eslovena declaró que con dicha medida el Estado buscaba, en definitiva, evitar la prolongación automática, hasta finales de junio, de un conjunto de medidas de apoyo económico votadas para ayudar a la población y a las empresas[81].
Pero también encontramos países que levantaron las medidas restrictivas no por motivos políticos, sino más bien económicos. Es el caso de Nigeria, que luego de 1 mes de confinamiento y un rebrote importante de casos, las autoridades han optado por levantar la cuarentena especialmente en el comercio, afirmado que el confinamiento ha tenido un coste económico muy alto, despojando a muchos ciudadanos de sus medios de vida[82]. Otro caso similar es Montenegro que, según un reciente informe de la OECD, sufriría inevitablemente una pronta recesión económica como consecuencia de los efectos del cierre de las fronteras hecho que lo ha motivado a reabrir sus negocios ante el comienzo del tiempo estival y un posible aumento del turismo[83]. En San marino, si bien las medidas han logrado mantener controlada la propagación, señalan que el daño que ha provocado el cierre del turismo afectará el 70% de su PIB[84].
De todo lo anterior, concluimos que el estudio de endcoronavirus.org incorporó en el primer grupo países que no cumplirían con los requisitos que pudieran demostrar que tienen controlada la pandemia. Un número importante se trata de países que levantaron sus cuarentenas bajo presión, sea por motivos políticos o por motivos económicos, de lo que se podría desprender que, probablemente, el estudio los consideró dentro del grupo no por haber logrado controlar la pandemia, sino que debido al levantamiento de las medidas restrictivas.
COVID WINNERS: ¿CUÁL ES LA RECETA DE SU ÉXITO?
No podemos dejar de hacernos cargo de la llamativa ausencia de países con una larga trayectoria de políticas públicas y de estados sociales consolidados. Contrario a todos los pronósticos posibles, las llamadas “grandes potencias europeas” presentaban los mayores índices de contagios y apareciendo en los primeros lugares del ranking tanto de casos positivos como fallecidos[85].
Por su parte, Estados Unidos, la máxima potencia mundial y cuna del neoliberalismo tiene, actualmente, las tasas más altas de contagios y de mortalidad en el mundo.
¿Qué motivó que mega potencias como Estados Unidos y países europeos, históricamente ejemplos del modelo del Estado protector, hubieran fallado estrepitosamente contra la lucha ante el Covid 19? La respuesta tiene varias aristas. Entre los motivos, destaca la falta de preparación anticipada para la pandemia incluso después de que sonaran las alarmas y la omisión de las señales y de las advertencias urgentes. Pero ninguno de ellos puede justificar su derrota al desconocimiento y la poca previsibilidad del virus ya que, en el caso del país norteamericano, y mientras los países asiáticos a comienzos de año tomaban medidas ante la crisis, las autoridades desestimaron todos avisos anticipados sin adoptar ninguna medida preventiva y sin lograr, hasta la fecha, elaborar una política unitaria y coordinada para enfrentar el avance de la pandemia[86]. En el caso de los países europeos, a juicio del Washington Post, si bien son democracias que han tomado la epidemia en serio su pecado estaría e que reaccionaron muy lentamente, en parte debido a las burocracias disfuncionales y los gobiernos afectados por la polarización política. Y en ambos casos, tanto Estados Unidos como en parte de Europa, sus gobiernos se confiaron, en exceso, en la capacidad de sus sistemas de seguridad social convencidos de que sus países podrían hacer frente a cualquier amenaza[87], confianza que los llevó a actuar muy tarde luego de los primeros casos de contagio[88].
Hay algo muy interesante que nos han enseñado los Covid winners y es que para enfrentar la pandemia no se trata de tener cualquier sistema de salud, así como tampoco de tener cualquier tipo de gobierno y que la base del éxito es la aplicación de medidas que logren el compromiso de la comunidad y la concientización de que sin una rigurosa obediencia no será posible reducir el avance de los contagios. Y, además, que es esencial comprender que en situaciones de crisis catastróficas como las que estamos viviendo, las medidas hay que tomárselas en serio, tanto por los gobiernos como por la comunidad y que es necesario avanzar todos hacia el mismo camino. En ese sentido, en materia política no hay espacio para coaliciones inmersas en luchas internas, ni partidos que se opongan al criterio de los expertos[89], sino que sólo hay espacio para la unidad y la colaboración de todas las coaliciones y de “remar todos para el mismo lado”. Los países exitosos, tal como ya revisamos, así lo demuestran.
En cuanto a la salud, los Covid winners nos han recordado que la existencia de sistemas sanitarios sólidos, fuertes, unificados y, especialmente, preparados anticipadamente son un factor crucial para el éxito ante las emergencias y para ello, es imperativo que el sistema de salud sea relativamente equitativo, lo que se traduce en accesos a centros médicos cercanos y ausencia de barreras financieras a las instalaciones públicas[90]. Luego, que es primordial asegurar una buena atención médica a bajo costo y una inversión importante en políticas sanitarias, de modo que todos los ciudadanos, sin distinción, tengan acceso a atención médica y el derecho a una cama[91]. Además, es esencial una fuerte presencia del Estado en el sistema sanitario, la seguridad social, y una capacidad de regulación del sector privado[92] para que todos los ciudadanos tengan acceso a un mismo nivel de asistencia sanitaria.
En resumen, el liderazgo nacional, la preparación anticipada y una política sanitaria unitaria y decidida, así como un compromiso de la ciudadanía para obedecer las medidas y la confianza apostada en sus líderes son las claves del éxito ante una catástrofe sanitaria. Y si bien los expertos coinciden en que ningún sistema de salud estaba capacitado para prever lo que se avecinaba y ninguno era capaz de manejar la gran cantidad de pacientes que se ven en España, el norte de Italia, Nueva York y otros lugares, los países que se dieron cuenta más pronto y que hicieron más, sin confiarse en exceso en sus sistemas sanitarios, lograron evitar llegar a un colapso[93].
¿PROTEGER LA ECONOMÍA O PROTEGER A LA GENTE?
En las últimas horas, se informó que Chile habría superado a China en el número de contagios, pasando a ubicarse en el puesto 14° de los países con más infectados, acumulando a la fecha 84.106 casos[94]. Estados Unidos se mantiene a la cabeza con más de 1.5 millones de personas afectadas por el virus[95].
No está demás destacar que, de acuerdo con el ranking de Índice de Libertad Económica del año 2020 al menos tres de los diez primeros países de ese ranking habrían logrado ganarle la pandemia y los diez estarían saliendo de sus respectivas cuarentenas. Chile, quien se encuentra en el número 15[96], como decíamos tiene altísimos números de contagios, presentando los números más altos de la OCDE y se ubica entre los que menos practica el test, ubicándose por debajo de la media del organismo multilateral, con 8,1 exámenes por cada 1.000 habitantes[97], medida que como ya vimos es una de las más exitosas para controlar la epidemia.
A propósito de economías liberales, resulta interesante comprobar algunas similitudes entre Estados Unidos y Chile ante el manejo del Covid 19: ambas se tratan de economías neoliberales con sistemas de salud fragmentados y agencias de seguros (o isapres) que exigen copagos para la aplicación de los exámenes. Y mientras Chile suspende los trabajos sin derecho a recibir remuneración, datos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos arrojan que la cuarta parte de la población laboralmente activa no tiene acceso a días de enfermedad remunerados. Esta situación, en ambos países se hace más crítica para aquellos que no tienen contratos fijos o son empleados de servicios como restaurantes, cafeterías y comida rápida que, contradictoriamente, son las personas que tienen mayor contacto directo con el público y corresponden a un importante número de la fuerza laboral. Si bien las autoridades, tanto de Chile como del país norteamericano, son conscientes de que los enfermos deben auto aislarse, se presentan ante el dilema que de hacer efectiva aquella medida muchas personas quedarían sin una forma de mantenerse económicamente. La consecuencia de esto -y es lo que efectivamente está ocurriendo en ambos estados-, es que muchas personas continúan trabajando incluso con síntomas respiratorios, ya que o no cuentan con acceso a un sistema sanitario adecuado o con sistemas de seguridad social que les permitan acceder a licencias médicas[98]. Todo lo anterior no hace más que agravar la crisis de salud y aumentar los números de contagios y fallecidos en ambas naciones[99].
Sin embargo, la principal similitud entre ambos países es que sus gobiernos han actuado de manera errática e improvisada, privilegiando especialmente a la economía antes que a la población. Así, por un lado, el gobierno norteamericano ha aplicado una combinación de medidas entre la minimización de los efectos de la pandemia, desinformación a la sociedad, ataques aleatorios a entidades internacionales y una resistencia persistente a dar los pasos que la comunidad científica le pide, sumada la poca empatía y el mínimo esfuerzo de parte de las autoridades para tratar de encontrar algún tipo de unidad ciudadana, a través de la información continua y la comunicación[100].
Por otro lado, el manejo de la crisis por las autoridades chilenas ha adolecido de una completa falta de coordinación entre los niveles locales, municipales y el gobierno central[101]. La posibilidad de aprovechar sus límites naturales para detener la propagación de la pandemia se ha visto imposibilitada por las severas y letales limitaciones ante el manejo epidemiológico, que aún desconoce la biología del patógeno y la experiencia acumulada en otros países. Lo anterior, sumado a la falta de trasparencia en la información respecto de la epidemia, el antagonismo en escuchar a las comunidades científicas y médicas, el desconocer todas y cada una de las medidas aplicadas por los países exitosos[102] y, en especial, el no haber tomado medidas preventivas ante la inminente llegada del virus han sido sólo la crónica de una catástrofe anunciada. Las recientes declaraciones emitidas por la actual vocera de gobierno que justificó la demora e improvisación de las medidas aduciendo a la existencia de un escenario incierto respecto del cual ningún país estaba preparado[103] sólo vienen a echar más sal a la herida. Porque sí se podía prever y sí se podían tomar medidas de prevención y ante la pregunta de por qué cunde el caos en Chile, la respuesta es tajante: "porque el Gobierno ha equiparado vidas humanas con economía[104]”.
Con todo, habiendo constatado que los países que han tenido éxito en el control del virus han tomado decisiones que van hacia la dirección contraria, podemos confirmar que el modelo económico no constituye un factor relevante en el manejo de la pandemia de manera que -nuevamente- podemos desestimar la afirmación de Edwards sobre la exitosa relación entre el capitalismo y la lucha contra la pandemia. Pero nos gustaría cerrar este acápite respondiendo a la pregunta inicial ¿tiene algo que ver la economía con la crisis que ha provocado el Covid?
Los expertos en economía señalan que el virus habría provocado una crisis económica sin precedentes al punto que muchos países, como vimos, han decidido adelantar el fin de sus cuarentenas para que la población retorne a sus trabajos y recupere sus medios de subsistencia. África ha declarado que ningún país se puede permitir el impacto de un confinamiento total mientras espera por el desarrollo de las vacunas[105].
No obstante, recordemos que la crisis económica del 2020 ya estaba anunciada y que el virus no hizo más que adelantarla. Luego, es efectivo que la economía mundial se verá afectada como consecuencia de las medidas adoptadas[106] para frenar el avance del Covid: el aislamiento, el cierre de negocios, la baja en la productividad y en las ventas dará como consecuencia una contracción económica, pérdidas de empleos y un aumento de número de hogares vulnerables, afectando en mayor medida a las personas que ya están en una posición de desventaja socioeconómica, en relación con otras[107]. En nuestro país, el hambre ha sido el principal reclamo y la bandera de lucha de las clases más vulnerables ante la imposibilidad de salir a trabajar.
En relación con lo anterior, creemos importante destacar dos puntos: el primero, que dice relación con que esta pandemia ha entregado a la humanidad la oportunidad de recordar cuáles deben ser nuestras prioridades y que la lucha por la vida, la salud y la integridad de las personas está por sobre cualquier cálculo monetario o fiscal. Las exitosas medidas aplicadas por los Covid winners así lo confirman. Lo segundo, que esta pandemia también nos ha permitido repensar en la economía y que todos los efectos catastróficos que acabamos de enumerar se van a producir porque tenemos un modelo que lo permite al privilegiar las ganancias financieras por sobre la vida de las personas y la estabilidad de las naciones. Así de claro lo tienen los países de la Unión Europea, conscientes de que esta vez el paquete de recuperación tiene que estar enfocado en las personas y no en las grandes compañías.
LECCIONES DE UNA PANDEMIA: NO HABRÁ PROGRESO SIN COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Para terminar, queremos mantener la consecuencia de este trabajo de manera que dividiremos las lecciones de esta pandemia en las dos áreas que hemos revisado: la política y la economía.
En términos económicos, la CEPAL ha estimado que esta crisis provocará, en el mediano plazo, cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización y para readaptarnos será necesaria la participación y la cooperación de todos los actores. Nos enfrentaremos al fin de múltiples paradigmas y se requerirá repensar el modelo económico, establecer nuevas formas de inserción de la región y nuevas alternativas de reactivación. En otras palabras, un capitalismo menos capitalista. Para dicha organización la globalización no se revertirá, pero sí habrá una nueva versión de la economía mundial, más regionalizada y que se adaptará a las nuevas geografías económicas localizadas ante la elevada dependencia de manufacturas importadas.
Entonces, veremos a las regiones en la necesidad de avanzar hacia una mayor integración regional tanto en lo productivo, comercial y tecnológico y a los países en la búsqueda de lograr mayor coordinación en materia macroeconómica y productiva, aspectos que serán cruciales para negociar las condiciones de la nueva normalidad y del financiamiento para un nuevo estilo de desarrollo con igualdad y sostenibilidad ambiental. Pero también será necesario replantarse mejoras en el sistema de redistribución, progresividad en el sistema de impuestos en el mundo y los servicios que se ofrecen al público, como el sistema de salud y la educación[108].
Dados los cambios que se avecinan, creemos que es un momento trascendental para la humanidad para replantearse los deberes y las responsabilidades frente al modelo económico, analizar los errores del modelo capitalista y de preguntarnos cuál es la economía que queremos en el futuro. Recordar que como sociedad tenemos derecho a replantearnos el hecho de que ciertos bienes de primera necesidad dejen de ser considerados bienes de consumo y menos que puedan ser transables en la bolsa de valores, pero también tenemos el deber de replantearnos qué tipo de actividades empresariales queremos premiar o castigar a través de nuestras decisiones de consumo y nuestra disposición a pagar un precio que pase de ser meramente económico a ser un precio social y medioambiental[109]. Holanda ya ha avanzado hacia los nuevos cambios con una propuesta basada en los principios del decrecimiento con el fin del PIB, una económica basada en la redistribución, una renta básica y servicios públicos universales, fuertes impuestos al ingreso, al lucro y a la riqueza, y una agricultura sustentable y de producción local con salarios justos y consumo necesario[110].
En términos políticos para algunos analistas, la crisis del coronavirus ha demostrado la necesidad el regreso del “gran Estado”, donde los gobiernos dirigen la economía durante los tiempos difíciles y centraliza las políticas públicas; la diferencia, en este caso, es que probablemente veremos un fortalecimiento de los sistemas de salud y una mayor coordinación entre los estados para enfrentar las futuras crisis[111]. Creemos que la política predatoria del “sálvese quien pueda” ha llegado a su fin y que es necesario retomar la senda de los padres del constitucionalismo moderno post guerra que entendieron que sólo con la consolidación de derechos sociales y políticas públicas fuertes dirigidas por un Estado Social era posible proteger al individuo de los abusos de unos pocos. En el caso de nuestro país, el catastrófico escenario de un sistema de salud fragmentado, un Estado debilitado, leyes que favorecen a las empresas antes que a la sobrevivencia del trabajador son señales evidentes de la necesidad de reformar las prioridades que nuestra Carta Fundamental por años nos ha querido imponer.
Por último, nos gustaría desempolvar el concepto desarrollo sostenible, que fue definido por el Informe Brundtland en 1987 y que lo conceptualiza como aquel que busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades y que requiere la integración de consideraciones sociales, ambientales y económicas para tomar decisiones equilibradas para el largo plazo[112]. Quizás es una buena oportunidad para recuperar aquellas políticas de antaño, donde se aspiraba a un equilibrio entre el ser humano, el mundo y su sustentabilidad. Parece que entre aquella época y hoy, algo perdimos en el camino. Pero nunca es tarde para retomarlo. (Santiago, 5 junio 2020)
[3] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1074761320301709
[4] https://www.france24.com/es/20200403-crisis-coronavirus-riesgo-democracia-militares-toques-de-queda
[6] https://www.cnnchile.com/mundo/bachelet-pandemia-sistema-economico-no-funciona_20200514/
[8] https://www.latercera.com/culto/2020/03/26/noam-chomsky-coronavirus/
[10] http://www.ehu.eus/ikastorratza/9_alea/economica1.pdf
[11] https://eacnur.org/blog/consiste-modelo-economia-mixta/
[12]Mensaje emitido por video del Presidente Brasilero Jail Bolsonaro. 30 de marzo. En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52086633
[14] https://www.endcoronavirus.org/about
[17] tafhttps://www.telesurtv.net/daactory/covid/es/jamaica.html
[19] https://www.rtve.es/noticias/20200510/se-sabe-ranking-mundiales-test-coronavirus/2013745.shtml
[21] https://www.endcoronavirus.org/countries#winning
[22] https://www.eldiario.es/sociedad/secretos-Vaticano_0_539996239.html
[23] http://spanish.xinhuanet.com/2020-03/21/c_138900357.htm
[25] https://www.emol.com/noticias/Internacional/2020/04/28/984487/Coronavirus-Tailandia-paises.html
[29] https://vivirmalta.com/coronavirus-en-malta/
[30] https://www.eluniversal.com.mx/mundo/coronavirus-grecia-cierra-sus-fronteras-y-suspende-vuelos
[31] http://spanish.xinhuanet.com/2020-04/06/c_138951320.htm
[34] https://guiadelviajero.sre.gob.mx/103-ficha-de-paises/434-trinidad-y-
[35] https://vivirmalta.com/coronavirus-en-malta/
[37] https://www.emol.com/noticias/Internacional/2020/05/21/986809/Uruguay-coronavirus-casos.html
[39] http://spanish.xinhuanet.com/2020-04/12/c_138969781.htm
[41] https://www.65ymas.com/salud/secreto-portugal-pandemia-coronavirus_14857_102.html
[43] https://www.sitata.com/es/alertas/covid-19-medidas-cautelares-en-kosovo-actualizacion-del-15-de-mayo
[48] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52480615
[52] https://www.dw.com/en/how-sri-lanka-successfully-curtailed-the-coronavirus-pandemic/a-53484299
[53] https://vivirmalta.com/coronavirus-en-malta/
[56] https://www.emol.com/noticias/Internacional/2020/05/21/986809/Uruguay-coronavirus-casos.html
[57] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52480615
[60] https://www.emol.com/noticias/Internacional/2020/04/28/984487/Coronavirus-Tailandia-paises.html
[63] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52194107
[66] https://es.euronews.com/2020/05/15/estonia-letonia-y-lituania-abren-sus-fronteras-entre-si
[67] https://www.65ymas.com/salud/secreto-portugal-pandemia-coronavirus_14857_102.html
[70] https://datosmacro.expansion.com/otros/coronavirus/yibuti
[72] https://www.eltiempo.com/colombia/barranquilla/analisis-de-coronavirus-en-la-region-caribe-485182
[76] https://orientxxi.info/magazine/une-nouvelle-fois-le-liban-sur-la-corde-raide-financiere,3186
[78] https://www.dw.com/es/eslovenia-ciclistas-protestan-por-las-medidas-del-coronavirus/a-53378338
[80] https://www.milenio.com/internacional/coronavirus-eslovenia-declara-covid-19-abriran-fronteras
[82] https://elpais.com/elpais/2020/04/27/planeta_futuro/1587971398_568228.html
[83] https://www.oecd.org/south-east-europe/COVID-19-Crisis-in-Montenegro.pdf
[87] https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2020-04-22/misterio-grecia-coronavirus_2558703/
[90] https://www.dw.com/en/how-sri-lanka-successfully-curtailed-the-coronavirus-pandemic/a-53484299
[91] https://www.dw.com/en/how-sri-lanka-successfully-curtailed-the-coronavirus-pandemic/a-53484299
[93] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52242496
[95] https://www.telemundo62.com/noticias/eeuu/muertes-coronavirus-estados-unidos/2029407/
[96] https://lyd.org/wp-content/uploads/2020/03/tp-1439-indice-libertad-economica-heritage.pdf
[99] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51840157
[100] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52451074
[102] https://www.elmostrador.cl/destacado/2020/05/10/covid-19-ignorancia-mas-demagogia-igual-fracaso/
[105] https://elpais.com/elpais/2020/04/29/planeta_futuro/1588140084_508178.html
[106] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52717413
[107] https://www.bbc.com/mundo/noticias-52748371
[108] https://www.bbc.com/mundo/noticias-52748371
Muy interesante el artÃculo, muy informativo y completo. Muchas gracias por la información y por tan buena sÃntesis.