El 8 de septiembre de 1901 a las 13:30 horas tuvo lugar en la secretaría de la Corte de Apelaciones de Valparaíso la fundación de nuestra Orden, como da cuenta la invitación de fecha 7 de septiembre de 1901, publicada en El Mercurio de Valparaíso. Su primera directiva estuvo compuesta por Daniel Feliú, José Ramón Gutiérrez, Fidel Muñoz, Alejo Palma y Federico Pinto. Ésta fue la primera vez que se constituyó un Colegio de Abogados en nuestra ciudad puerto.
Si bien como nos recuerda el colega Manuel Vergara en su libro El Curso Fiscal de Leyes de Valparaíso, ya había existido dos intentos anteriores -en 1880 con la denominación “Cuerpo de Abogados”, y en 1885 bajo el nombre de “Sociedad de Abogados”- pero ellas no prosperaron, a diferencia de lo que ocurrió en 1901 que hasta la fecha permanece vigente, transformándose en el Colegio de Abogados más antiguo de Chile.
Según da cuenta nuestro ex Presidente, don Eduardo Niño, luego de 1901 el Colegio vivió varias transformaciones. Pero quizás los dos grandes hitos que hemos enfrentado son el de 1925 en que los colegios de abogados pasan a tener carácter público, regulándose tanto a nivel nacional como provincial; y el segundo, el 7 de febrero de 1981, en que se derogó la personalidad jurídica de los colegios profesionales, pasando éstos a ser asociaciones gremiales, desterrando una larga tradición chilena y quitando el control ético obligatorio de los abogados del país, contradiciendo -dicho sea de paso- los estándares internacionales sobre la materia. Luego de esta lamentable decisión, los Colegios de Abogados pasaron a ser asociaciones de carácter privado cuya afiliación fue voluntaria, afectando gravemente el control ético de los profesionales. Pese a estas dificultades, nuestra Orden ha mantenido incólume el funcionamiento de éste, tratando de cumplir los principios por las que fue creado: dar amparo a los colegas cuando se atenta a sus prerrogativas, fomentar la unión entre los colegas, velar por el comportamiento ético de los abogados, colaborar en la formación y debate de ideas de los abogados, y contribuir con la sociedad. Esta historia viva de tantos hombre y mujeres que le ha dado forma a nuestro Colegio es lo que llevó a nuestra institución ser declarada patrimonio intangible de Valparaíso.
Hoy, nuevas generaciones de colegas se suman a nuestra Orden imbuidos por esos mismos valores y principios de los colegas que nos precedieron, constituyéndonos en el segundo Colegio de Abogados de Chile más numeroso. En los últimos años, hemos visto como Chile ha cambiado, y nuestro Colegio no ha estado ajeno a esas transformaciones, pero lo hemos hecho sin olvidar nuestro pasado e historia, con la mirada puesta hacia adelante, hacia el futuro de nuestra profesión. Somos un Colegio con voz y voto, donde todos tenemos cabida, donde hemos logrado posicionarnos en la sociedad civil, universidades, foros y medios de comunicación social tanto a nivel regional como nacional, demostrando la relevancia y originalidad de las regiones, participando intensamente en instituciones nacionales con una renovada mirada del mundo. Este Colegio no sólo les pertenecen a sus socios, sino a la historia, a la tradición y a la sociedad. Hemos logrado en el último tiempo activar una verdadera red de colaboración entre los diferentes Colegios de Abogados de Chile, desde Arica a Punta Arenas, respetando la singularidad de cada Colegio. Por eso todos estamos llamados y convocados, todos debemos celebrar, pues nuestra Orden está de aniversario, e invitamos a que esta alegría sea también desde Arica a Punta Arenas, de los colegios nuevos y antiguos, de los grandes y pequeños, de nuestra Patria y de su gente. Feliz aniversario 119. (Santiago, 9 septiembre 2020)