En cumplimiento de su función de promoción y supervisión de la observancia de los derechos humanos en la región, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó el asesinato del dirigente de derechos humanos Orlando Orellana, que lideraba una agrupación de tal carácter en Honduras, y que era beneficiario de una medida cautelar ordenada por la CIDH en 2005.
Al efecto, el organismo conminó al Estado a investigar el hecho y sancionar a los responsables, que tiene como antecedente la medida de protección ordenada a favor de los pobladores de la colonia Cerrito Lindo, los cuales mantienen una disputa por la propiedad de lotes de tierra que habrían adquirido de una empresa local, ya que a raíz de las acciones legales emprendidas con el fin de resolver la disputa sobre los terrenos, varios pobladores de la colonia habrían sido víctimas de diversos actos de violencia como desalojos, amenazas de muerte y asesinatos vinculados al reclamo de sus derechos.
Adicionalmente, la CIDH recordó que el Estado debe conducir una investigación oportuna, orientada al esclarecimiento de las circunstancias en que ocurrió la muerte del Sr. Orellana, investigación que debe ser efectuada de manera exhaustiva, seria e imparcial. Asimismo, la Comisión instó al Estado de Honduras a adoptar en forma inmediata y urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de los demás miembros de la colonia Cerrito Lindo.
Vea texto íntegro del comunicado de prensa.
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