En el marco de un proceso penal seguido ante un Tribunal de Texas en contra de un ciudadano mexicano –Edgar Tamayo Arias, oriundo de Miaclatán, Morelos– por asesinar a un policía en Houston el año 1994, la CS de Estados Unidos desechó los nuevos argumentos esgrimidos por la defensa y ejecutó al condenado, quien declinó decir unas últimas palabras antes de la inyección letal que acabó con su vida.
Al respecto, la abogada de Tamayo precisó que la sentencia «faltó el respeto a Tamayo, a Texas, a México y a Estados Unidos». Recordemos que en Estados Unidos existe gran número de casos –contra ciudadanos mexicanos- con sentencias condenatorias a muerte pendientes de ejecutar por la comisión de diversos delitos, cuyos procesos, según resolvió la Corte Internacional de Justicia el año 2004, violan lo dispuesto en el artículo 36 de la Convención de Viena de 1963, referido al derecho a recibir asistencia consular inmediatamente de practicada la detención respectiva. Ordenando que se revisaran dichas sentencias.
Asimismo, mientras Tamayo era ejecutado se desarrollaron protestas en diversos organismos internacionales, como la OEA y Amnistía Internacional, con la finalidad de manifestar el repudio a la condena.
Lea comunicado de la CIDH condenando la ejecución.
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