Han transcurrido seis meses y medio desde el brote del SARS-2 Covid-19 en uno de los laboratorios de Wuhan –China comunista- (31-12-2019), para que el Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Thedros Adhanom Ghebreyesus, reaccionara extemporáneamente, ante el holocausto imparable que sacude al mundo, enviando una comisión de científicos rumbo a Wuhan-China para iniciar la investigación en el laboratorio de donde escapó el coronavirus, a sabiendas que la enfermedad golpea a más de 2.000 millones de pobres en el mundo.
No debe olvidarse que las decisiones tardías en el problema de la Pandemia, alimentan las interdicciones encubiertas y arbitrarias que demandan responsabilidad penal y civil por los daños causados –incuantificables en el caso de los 188 países afectados-; si la tragedia supera los 13, 1 millones de infectados en el mundo y más de 574.000 fallecidos y, en Bolivia se registran 50.867 contagios, 1.898 decesos y 1.617 nuevos casos (14-07-2020), con un incremento diario superior a 1.000 nuevos casos desde la última semana. Respecto a lo que importa a nuestro país, es demandar la inversión prioritaria que en materia de bioseguridad ha efectuado con créditos internacionales y los montos utilizados de las reservas del Banco Central, siguiendo las pautas marcadas por otros países.
La Constitución de la OMS y su respectivo Reglamento le manda imperativamente al Director General, adoptar políticas protectoras universales, cuando se tiene conocimiento del surgimiento de enfermedades catalogadas como epidemia o pandemia, porque la salud integral goza de protección prioritaria. La información oportuna sobre las particularidades de transmisión al parecer fue minimizada por el máximo organismo en salud.
En un grado determinado de desarrollo del Covid, la presidente de Taiwán reveló los correos que le envió a la OMS en diciembre, alertando sobre la epidemia del coronavirus. Es decir, que Tedros Adhanom Ghebreyesus fue advertido que en Wuhan China, un virus desconocido provocaba una neumonía atípica, trasmitida entre humanos, lo que fue negado por la OMS.
La información enviada al punto focal del Reglamento Sanitario Internacional (RS) de la Organización Mundial de la Salud, tenía como objetivo garantizar que todos los Estados de la ONU permanecieran alertos, especialmente, desde que el brote ocurrió el 31 de diciembre de 2019.
Cuando se intentó romper con la inocultable vinculación entre Xi JInping y el Director General de la OMS, se revelaron las investigaciones de los profesores Angus Daigleish del Hospital St George’s de la Universidad de Londres y Birger Sorensen Urólogo Noruego, científicos que afirman haber encontrado en sus estudios “secciones insertadas y colocadas en la superficie de la espiga del SARS.COV-2, que podrían explicar cómo se une el virus con células humanas”.
Por tanto, si tiene huellas humanas que indican manipulación, supone que no podríamos hablar de un genocidio acuñado por el abogado polaco Rafael Lemkin, que según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de las Naciones Unidas de 1948, el genocidio implica un gravísimo atentado contra la humanidad planetaria; pero sí, de un –Covid-cidio devastador, silencioso, letal y hasta eterno, que no se puede encubrir en su criminalización mundial al generar efectos masivos y progresivos de índole infrahumana, que tiene patente en Wuhan, como ha reconocido el líder chino.
Es esencial la versión de la científica Li-Meng Yan, viróloga china que al encontrar refugio en Estados Unidos (EEUU) y temer por su vida y de su familia, declaró en cadena Fox News (10-07-2020), “que tuvo que huir de Hong Kong tras ser silenciada por el gobierno chino de Xi Jinping, por saber información que puede salvar miles de vidas”. Los problemas de la viróloga se iniciaron cuando advirtió a las autoridades de gobierno de la letalidad y peligrosidad del Covid, mucho antes que China reconociera el problema. Y, antes de que se dieran las alertas internacionales, afirma que la información fue de conocimiento no solo del gobierno chino, sino también de la OMS (9-01-2020).
El Papa Francisco, en su homilía de 2 de mayo de 2020, “ha instado a los líderes políticos a aparcar sus diferencias para superar la pandemia y “cuidar a sus pueblos”.
Pedro Gareca Perales
Abogado constitucionalista y defensor de DDHH.