El Pleno de la Corte Suprema acordó proponer la creación de una tercera Corte de Apelaciones en Santiago, con la particularidad de que las dos existentes más la que se propone crear no diferencien su competencia por territorio y lugar de asiento sino por las materias que resolverán.
La propuesta es particularmente interesante por dos motivos: primero; busca resolver la evidente sobredemanda y retraso que tienen hoy las Cortes de Apelaciones, en especial la de Santiago, con la creación de una nueva Corte, nuevas salas y, consecuentemente, la incorporación de más funcionarios y, segundo; propone la distribución de las causas distinguiendo por materias a resolver, creando una suerte de Cortes especializadas.
Respecto al primer punto, es evidente su beneficio, ya que, a priori debiera acortar los plazos de tramitación y de resolución de los recursos en materia de su revisión.
En segundo lugar, la especialización de los tribunales de alzada es un anhelo de varios años que hemos sostenido quienes nos dedicamos a la litigación, reconociendo la tendencia mundial recogida en parte por Chile con la creación de tribunales especiales, como el de Libre Competencia o Tribunales Ambientales, entre otros, los que, desde luego, han mejorado la calidad y especificidad de sus resoluciones por su dedicación exclusiva a esas materias.
Sin perjuicio de lo anterior, sabemos del contrasentido que ocurre cuando las resoluciones de tribunales especializados son impugnadas ante juzgados superiores no especializados, los cuales carecen, en muchos casos, de la calidad técnica que se espera de las cortes de segunda instancia, probablemente por la falta de especialidad de quienes las componen, los que generalmente son jueces o funcionarios judiciales que provienen de distintos tribunales inferiores, focalizados solo en un área.
Sin duda celebramos la iniciativa, pero con el objeto de aportar al debate nos permitimos los siguientes comentarios: una sala civil, una sala con especialidad en Familia, Laboral y Contencioso Administrativo, y una tercera sala con especialidad en materia Penal y Policía Local, aparentemente no es la distribución de asuntos más feliz de todas, ya que ubica a las materias penales y a policía local en una misma corte, resolviendo desde prisiones preventivas a demandas por el derecho del consumidor, que poco o nada convergen entre sí.
Por lo mismo, creemos, por ejemplo, que la corte debiera prever el aumento de causas en materia de consumidor, las que, probablemente, tomen mayor importancia en la vida jurídica.
Por otro lado, estimamos que se mantendrá el problema actual sobre el conocimiento de las resoluciones provenientes de los Tribunales Ambientales o de los Tribunales Tributarios y Aduaneros, las que probablemente continuarán siendo conocidas por una sala civil que no va a cambiar ese carácter de generalista.
Por último, no hay duda de que existe una gran deuda con las regiones de Chile, a las que no se les dedica ni un párrafo de lo acordado, olvidando que también son asiento de tribunales especiales.
Entendemos que es el inicio de una larga tramitación, la cual, además, por significar la modificación de una Ley Orgánica Constitucional, requerirá el acuerdo de un amplio espectro de nuestros legisladores, pero vemos como un buen apronte de cara a solucionar una necesidad que tiene larga data. (Santiago, 19 junio 2020)
Artículos de Opinión
Haciendo doble clic al anhelo de una tercera Corte de Apelaciones en Santiago.
Creemos, por ejemplo, que la corte debiera prever el aumento de causas en materia de consumidor, las que, probablemente, tomen mayor importancia en la vida jurídica.