En 2005 la Asociación de Usuarios de Internet de España impulsó una nueva efeméride: El día del internet. La Cumbre de la Sociedad de la Información, celebrada en Túnez en noviembre del mismo año, decidió proponer a la ONU la designación del día 17 de mayo como “el día mundial de la sociedad de la información”, cuyo objetivo principal era aportar una oportunidad para impulsar y favorecer el acceso a la Sociedad de la información de los no conectados y los discapacitados.
En este sentido, una de las principales preocupaciones es la llamada “brecha digital”, esto es, la diferencia existente entre sectores que tienen acceso a herramientas de la información y aquellos que no la tienen[1]; sin embargo, también debemos replantearnos el efecto que esta herramienta tiene para el derecho internacional de los derechos humanos.
De esta forma, comenzamos a pensar en meta valores como la honra o derechos como la intimidad y los efectos que tiene en nuestra vida el internet, en el que con el solo “click” tenemos acceso a mucha más información de la que en cualquier otro momento de la historia podríamos haber soñado. Sin embargo, una herramienta tan potente no puede quedar fuera de su análisis desde el lente los derechos humanos, y así el resultado de este examen nos invita a ampliar nuestro campo de prevención y protección.
A modo de ejemplo, el concepto de intimidad, esto es, la “zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”[2], resulta mucho más amplio y a la vez se encuentra en una posición mucho más vulnerable que hace 10 años atrás, ya que constantemente ese espacio protegido se abre cada vez más de la mano del internet, al punto que una de las principales banderas de lucha es encontrar formas efectivas de resguardar lo que consideramos como “nuestro”.
Otro caso, y tal vez uno de los más importantes, consiste en nuestro derecho a elegir qué información queremos mantener en el internet y, es más, el cuidado que debemos tener respecto de cómo una falsa información afecta nuestra dignidad y nuestra honra. Incluso, no tiene que ser falsa, sino que basta que sea caduca o simplemente que nos evoque un pasado que queremos evitar. Hablamos del llamado “derecho al olvido”, es decir, aquel que nos permite exigir eliminar toda información que dañe nuestra imagen. Este derecho, sin la existencia del internet, simplemente carece de sentido.
De esta forma debemos referirnos a otro concepto que nace de la mano del internet: “la huella digital”, esto es, el rastro que dejamos al navegar e interactuar con la red. Es un error común creer que cuando subimos fotos, videos, comentarios, realizamos una petición, entre otros y lo subimos a nuestros perfiles y luego, arrepentidos, lo quitamos o simplemente lo olvidamos, creer que ha desaparecido por el paso del tiempo no es nada mas alegado de la realidad pues los buscadores se dedican a registrar todo lo que aparece en internet, ya tienen la información y es recuperable, dejando un rastro imborrable.[3]
Es por eso por lo que, al conmemorar el día del internet, es necesario pensar ¿Cuál es mi huella digital?, ¿podemos reaccionar con las mismas herramientas ante una vulneración en lo digital? ¿Qué sucede cuando la vulneración es tan solo un recuerdo que necesitamos olvidar? Ciertamente, desde la perspectiva de los derechos humanos, el internet nos invita a mirarlo como una herramienta, pero también a examinarlo como un gran desafío, cuyos alcances aún no terminamos de determinar en plenitud. (Santiago, 21 mayo 2019)
[1] Obtenido desde https://users.dcc.uchile.cl/~cfuenzal/brecha_digital.html. Fecha de Consulta 20 de mayo a las 11:50 horas.
[2] Diccionario de la Real Academia de la Lengua española
[3] Concepto obtenido desde https://revistadigital.inesem.es/informatica-y-tics/huella-digital-internet/. Fecha de consulta: El 20 de mayo de 2019 a las 12:04 horas.