Un Juzgado español absolvió a una persona que durante una jornada de caza se vio obligado a disparar a un perro agresivo, propiedad de una pareja que paseaba por la zona y desestimó la existencia del delito de maltrato injustificado a animal doméstico, penado en el artículo 337 del Código Penal español.
La Audiencia Provincial de Valladolid aceptó que la actuación del cazador está justificada por el peligro potencial que representaba el perro, ya que se evitó “un mal de consecuencias "impredecibles", que "podían consistir en causar graves lesiones a una persona".
En los hechos, resultó probado que el cazador intentó mediar entre el perro ajeno y uno de sus perros de caza, ambos enzarzados en una pelea; al intentar separarlos, el animal, a cargo de una pareja que se dirigía a una finca cercana, intentó morderlo, alcanzándolo de forma superficial en una pierna y rajando su pantalón. Cuando el perro volvió a atacar, el hombre realizó un disparo al aire y luego dos disparos hacia el animal, que acabaron con su vida.

Vea texto íntegro de la sentencia de la Audiencia Provincial de Valladolid, España.

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