La Cámara de Diputados aprobó –con 54 votos a favor y 1 en contra- un proyecto de acuerdo de los diputados Eluchans, Hasbún, Lorenzini, Molina, Pascal, Sandoval, Vallespín, Ward y Zalaquett, mediante el cual se insta al Ejecutivo, a elaborar una normativa que elimine o reduzca el impuesto específico a los combustibles contenidos en la Ley N°18.502 del año 1986, o en su defecto, subsidie- directa y permanentemente- tal gravamen a los sectores económicos afectados, en particular las personas que utilizan los vehículos como herramienta de trabajo.
En la ocasión, la diputada Molina expresó que el impuesto ha perdido legitimidad, al no cumplir con los fines y causa por los que fue ideado, esto es, los apremiantes problemas de conectividad por la destrucción de caminos y carreteras, que se suscitaron producto del terremoto del año 1985.
Destacó que en la actualidad, las inversiones en infraestructura vial provienen de concesiones las que “importan una doble carga para los usuarios”, puesto que ellos son quienes “soportan el peso del impuesto que grava a los combustibles”, y además “los costos propios de transitar por las carreteras concesionadas”.
Asimismo, enfatizó en que al ser este un “impuesto transversal” que aplica una misma tasa sin distinción alguna en la capacidad económica de la persona del contribuyente, “acentúa las desigualdades sociales”.
Por otro lado, el diputado Edwards estuvo por rechazar el proyecto, al no resultar conveniente para el país su eliminación que “no va en la línea de la responsabilidad fiscal ni de la justicia tributaria”. Recordó que dichos recursos son destinados al aumento que registra el presupuesto 2012 con respecto al año anterior. Sin embargo, adhirió a la preocupación de buscar formulas de manera tal que no afecte dicho gravamen a la clase media y a otros sectores como el del transporte escolar.