La Sala del Senado rechazó el voto de censura presentado por los senadores Chahuán y Uriarte, en contra del presidente de la Cámara Alta, Guido Girardi, por no hacer uso de la fuerza pública cuando un grupo de personas irrumpiera el pasado 20 de octubre, en la sesión de la Cuarta Subcomisión Mixta de Presupuestos, reunida en la sede de Santiago del Congreso Nacional, amenazando y atentando en contra la seguridad de los presentes. (Véase relacionado)
En la ocasión, el senador Pérez Varela destacó que «este voto de censura no se trata de una acusación política”, es claro que “al Presidente le corresponderá mantener el orden en el recinto y no sólo en la Sala”, lo que no ocurrió ese día. En el mismo sentido, el senador Chahúan manifestó su desacuerdo con la decisión, puesto que a su juicio, Girardi “no veló por resguardar el artículo 23 y 25 del Reglamento del Senado”, sino que “secuestró el debate democrático” y, lo que considera más grave aún que “haya asegurado ese día que se comprometía” con los manifestantes “a que enviaría una serie de proyectos que buscarían resolver sus demandas”. Ante estos dichos, el senador Navarro expresó que ello “es un exceso”, puesto que la situación “no ameritaba desalojar, sino dialogar”, pero reconoce que “la seguridad del Senado, es débil respecto a otros Congresos del mundo”, por lo que habrá que tomar medidas.
Asimismo, el senador Zaldívar estimó que “el Presidente del Senado, ha cumplido los requerimientos que le solicitamos tras los hechos”, esto es “condenar claramente lo acontecido; iniciar un sumario interno por la responsabilidad administrativa; disponer los antecedentes ante la Fiscalía y tomar los resguardos necesarios de seguridad».
Finalmente, el Presidente del Senado recordó que va a “utilizar el diálogo, formas pacíficas y no violentas para resolver los problemas que tenga el Congreso Nacional”, por lo que estaría exento de responsabilidad, la cual recae a su parecer en el gobierno “porque está tomando el camino que no conduce al diálogo”, en caso contrario, no podría “mantener inmodificable temas como el lucro, la educación como un negocio”, debiendo “abrirse a una reforma tributaria».
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