Por Darinka Cristi y Javiera Pentenero.
En días recientes Diario Constitucional entrevistó a la Subsecretaria de Salud Pública, Dra. Paula Daza. Cabe señalar que desde el año 2015 se encuentra en discusión la Ley de Fármacos ll, cuyo objetivo principal es que la población tenga mayor acceso y disponibilidad a los medicamentos que hoy en día no requieren una receta médica.
Asimismo, mostrarle a la gente en cuáles establecimientos es seguro comprar estos remedios y promover la venta de remedios en almacenes que estén con todos los controles de calidad y seguridad dictados por el SEREMI para que la gente que con menos movilidad tenga un mejor acceso a ellos.
La Subsecretaría explicó por qué se necesita un mayor acceso a estas medicinas, se refirió a la necesidad de evaluar si está bien que la gente tenga tanto acceso a éstas, cómo esperan mantener una buena calidad de los medicamentos y quién será el encargado de las regulaciones en las famosas “farmacias solidarias”
¿Es peligroso propiciar un mayor acceso los remedios que actualemente se venden sin receta?
Hoy en día nosotros conocemos varios estudios que se han hecho respecto al libre acceso y esto se hace en todas partes del mundo.
Hay comunas en el país donde no hay farmacias y esas personas tienen que viajar muchos kilómetros para acceder a una. Entonces, lo que estamos promoviendo es que los lugares donde no tengan esas posibilidades puedan tener el acceso a vender estos medicamentos que no necesitan receta.
Los estudios demuestran que no hay mayor consumo de medicamentos por tener mayor acceso en otros lugares que no sea una farmacia.
¿Para qué la gente necesita tener mayor accesibilidad a los medicamentos sin receta?
Por varios motivos; no tengo el número exacto pero hay más de 40 comunas en el país donde no hay farmacias y, por ejemplo, si un adulto mayor vive en una comuna en la que no hay una farmacia y tiene que viajar miles de kilómetros para comprarse un paracetamol, obviamente a esas personas tenemos que darles el acceso. Y lo otro, es que creemos que al haber más competencia en el mercado los precios deberían disminuir.
¿Cómo espera mantener una buena calidad de medicamentos bajando los precios?
Hoy en día nosotros tenemos en el mercado medicamentos genéricos que no tienen ningún control de calidad.
El bioequivalente es un medicamento que tiene la misma calidad, la misma seguridad y el mismo control que el medicamento de marca, pero estamos diciendo “esta molécula es igual a esta”, ya que, tenemos un montón de moléculas que no sabemos la calidad.
Entonces, lo que nosotros queremos hacer es ir aumentando las moléculas de medicamentos bioequivalentes, cosa que el día de mañana tengamos los de marca y los bioequivalentes.
¿Cree usted que es una opción viable hacer una importación de medicamentos? ¿Y de qué países podrían ser traídos?
Nosotros estamos trabajando fuertemente en eso; nuestro objetivo es que la gente tenga menores precios de los medicamentos y una manera de lograr eso es generar las condiciones para que exista una mayor competencia. ¿Cómo lo vamos a hacer? En el mundo, hay agencias reguladoras, estas agencias regulan que la calidad de los medicamentos sea la adecuada.
Por ejemplo, Chile tiene el Ministerio de Salud Pública, que es una agencia reguladora de nivel 4, eso significa que es de la más alta categorías. En el mundo hay varias agencias reguladoras, nosotros queremos que con los medicamentos de afuera (que podríamos importar), una agencia reguladora diga “ese medicamento es óptimo”, entonces nosotros podríamos importarlo. Hoy día todos los medicamentos tienen que pasar por el Instituto de Salud Pública y eso demora alrededor de 6 meses, pero como hay otras agencias reguladoras de muy buen estándar, si está calificado por ellas, los medicamentos podrían entrar.
¿Quién regula las farmacias solidarias?
La fiscalización de toda la actividad sanitaria es responsabilidad de los SEREMIS.
¿Cómo se controlará el comprar en farmacias o supermercados?
La regulación va a ser exactamente igual, no va a cambiar. Van a estar igualmente controlados, regulados. La única diferencia es que van a poder venderse en lugares que no sean farmacias, pero con todos los sistemas de calidad y seguridad que merecen el control de esos medicamentos.