En una reciente entrevista realizada por DiarioConstitucional.cl al Presidente del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), Patricio Valdés Aldunate, se abordaron las actividades que este órgano despliega para acercar sus labores a la ciudadanía, la relación entre la estructura orgánica del organismo y los estándares de transparencia exigidos a las autoridades; el modo en que se han profundizado los vínculos institucionales del TRICEL con los Tribunales Electorales Regionales (Ter), y el aumento de los procesos que se han ventilado ante esta Magistratura.
1- Actualmente el país atraviesa por un período concentrado de elecciones, en atención a lo cual se ha planteado desde un círculo importante de la academia introducir un cambio en la composición orgánica del Tricel que procure un ejercicio de tiempo permanente por parte de sus miembros y con dedicación exclusiva. Al respecto, ¿cuál es su opinión?
Hasta el momento hemos podido desarrollar nuestras funciones sin ningún problema. A mí me parece que si hay un organismo que lleva 92 años funcionado correctamente, para qué hacer cambios. Nosotros en ningún momento hemos dejado de ejercer nuestras funciones en la Corte Suprema. Si bien tenemos más trabajo durante las elecciones, esto sucede cada dos años y siempre nos hemos organizado perfectamente. Yo no soy partidario de cambiar las cosas que funcionan bien. Hasta ahora nadie ha reclamado. Tenemos plazos perentorios que cumplir, por lo cual nosotros no podemos decir que tenemos mucho trabajo, por lo que vamos aplazar, por ejemplo, la proclamación del Presidente de la República. La Constitución Política declara que el Presidente cesa el día que termina su mandato y el electo debe estar proclamado para asumir el cargo.
2- ¿Cómo es la relación del Tricel con los Ter y, en general, con los grupos intermedios de la sociedad cuyos conflictos resultantes de sus respectivas elecciones terminan siendo conocidos por esta Magistratura?
Nosotros conocemos por la vía de la apelación los problemas de las juntas de vecinos, sindicatos y otras organizaciones intermedias que no persiguen fines de lucro, que dicen relación con las elecciones de sus miembros directivos. Por ejemplo, que está mal constituido el padrón electoral; que la reunión que se debía citar para votar estuvo mal hecha, entre otros asuntos que afectan a la ciudadanía en su cotidianidad.
Nos abocamos al conocimiento de asuntos que inciden de alguna manera en estos cuerpos intermedios que son representativos de intereses ciudadanos, de agrupaciones que son muy locales- El Tricel está en un constante acercamiento con la justicia, considerando que estos órganos intermedios recurren primeramente al Tribunal Electoral Regional (TER) y por la debida apelación llegan a nosotros que mantenemos una jurisprudencia frente a todos ellos. En ese sentido nosotros nos acercamos a la ciudadanía.
3- ¿Considera que la actual estructura orgánica del Tricel, nivel de causas y de ingresos, justifica introducir cambios a su regulación constitucional? El planteamiento va en la línea de la discusión constituyente que se ha instalado en la sociedad.
Insisto, no veo para qué cambiarlo.
Le cito lo que la Constitución Política de 1925 señalaba:
“Un tribunal especial que se denominará Tribunal Calificador conocerá la calificación de las elecciones del Presidente de la República, diputados y senadores”.
De conformidad a la Constitución de 1980, además, escruta y proclama al Presidente de la República y Parlamentarios.
“Este Tribunal procede como jurado en la apreciación de los hecho y sentencia con arreglo a derecho”. “Está compuesto por cinco miembros, que se renuevan cada cuatro años”. Cuatro Ministros en ejercicio de la Corte Suprema y un ex Presidente o vicepresidente del Senado o de la Cámara de diputados, que haya ejercido el cargo por al menos 365 días, todos elegidos por sorteo
En cuanto a su composición orgánica, en comparación con lo que disponía la Carta Fundamental de 1925, eliminaron un político o ex político, antes eran dos, ahora sólo uno y no puede estar en ejercicio de funciones como diputado o senador o dirigente de un partido.
4- ¿De qué manera la justicia electoral se va adaptando a las necesidades y desafíos que le imponen, por ejemplo, los cambios político-administrativos que ha ido viviendo la organización del país?
Bueno, nosotros tenemos que estar preparados siempre. Ahora se están analizando las funciones de los gobernadores regionales. Nosotros actuamos frente al problema que se suscita y tenemos que interpretar la Constitución y ley electoral.
5- ¿Qué opinión le merece el voto electrónico?
A la gente le gusta ver materialmente su voto. Pero ello debe analizarse de conformidad a la idiosincrasia de cada país. Por ejemplo en EE.UU., hay estados en que no hay mesas receptoras de sufragio y se vota por correo o por internet. Hay países donde los votos una vez que son escrutados, se rompen como es el caso de Colombia. En Panamá, se queman una vez levantada el Acta, ahí se aplica el principio de que “Acta mata voto”.
Creo que el voto electrónico no da la certeza que proporciona el voto en papel. Cabe señalar que los países que han padecido problemas en las elecciones en el último tiempo cuentan con el sistema de voto electrónico, al menos en parte, por ejemplo, en República Dominicana el día de la elección renunciaron quienes tenían que controlar el mecanismo; hace muy poco en Perú se demoraron en dar los resultados, principalmente porque sólo en algunas partes se votaba en forma electrónica.
A mi juicio, la introducción del voto electrónico a nuestro país significaría romper con una tradición republicana que está arraigada en la población chilena.
Al respecto, desearía agregar algo más. Una de las cosas que me resulta atractiva institucionalmente es el voto en blanco, marcado como tal, en Colombia, que sí vale, es decir, se computa. En Chile el voto en blanco no vale, igual el voto nulo. Para mí son distintos porque el voto blanco tiene un valor: es un voto de protesta.
Por lo mismo es que en Colombia el ciudadano tiene que marcar voto en blanco, para lo cual existe una casilla, eso es interesante. Aquí en Chile el voto en blanco se computa igual que los nulos. Tanto es así que en la elección del año 1970 fue la última en que esta modalidad se aplicó. Su influencia fue a tal punto que para poder ser elegido Presidente de la República directamente el candidato debía tener el 50 % más uno de los votos válidamente emitidos, sumándose los votos de todos los candidatos, más los votos en blanco y ello debía dividirse por dos.
Hoy en día un voto en blanco implica, a mi juicio, un voto de protesta. Un voto nulo es un voto generalmente por error.
6- Finalmente Ministro, ¿cuál es su opinión respecto de la tramitación electrónica que se ha implementado en un número importante de Tribunales nacionales, comenzando por el Poder Judicial? ¿Seguirá el Tricel igual camino?
En eso nos estamos recién iniciando, yo creo que en el futuro próximo va ser necesario, tal como está en las Cortes y en los Tribunales de primera instancia. Yo creo que en el futuro habrá que tramitar electrónicamente.