La Corte Suprema de Estados Unidos ha determinado que una gran porción de la zona este de Oklahoma es territorio nativo americano protegido.
La decisión del Tribunal Supremo americano incide en una causa penal, en que un miembro de la Nación Creek fue condenado en un Tribunal del Estado por abusar sexualmente de un niño. Sin embargo, el imputado alegó que los tribunales estatales no tenían jurisdicción a su respecto, debido a que el delito fue cometido en el territorio referido y que debería ser procesado por el Gobierno Federal.
Por su parte, la sentencia invoca la larga historia del país americano en el maltrato a los nativos, por ello pretende “mantener la palabra del Gobierno” y la tierra que fue prometida por el Congreso a la Nación Creek, sigue siendo “tierra india”. En concreto, expresa que si el Congreso desea retractarse de sus compromisos, debe decirlo; de lo contrario ejecuta un acto contraria a la ley, y los actos ilegales, realizados en el tiempo y con suficiente vigor, nunca son suficientes para enmendar la ley. Sostener lo contrario, concluye, sería posicionar las injusticias más descaradas y antiguas por sobre la ley.
Finalmente, concluyó que sólo el Congreso, no la Corte, tiene la autoridad de modificar las cláusulas del acuerdo firmado entre la Tribu y el Estado, y en definitiva, cambiar los límites de un territorio protegido.
Vea texto íntegro de la sentencia, Opinion 18-9526 (inglés).
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