Recientemente, Antonio Filiu Franco, Doctor en Derecho por la Universidad de Oviedo, España, publicó un artículo con ocasión del centenario de la Constitución Soviética.
Sobre el particular, el autor recuerda que al tomar el poder en octubre de 1917 el Partido Bolchevique -soporte político ideológico del régimen que surgió de la denominada Revolución de Octubre- se fijó como objetivo eliminar a todos los partidos y organizaciones rivales con el fin de convertirse en la única fuente de autoridad política en Rusia.
Así, precisa que las bases de la Constitución Soviética de 1918, se sustentan en la “Declaración de Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado”; reconociendo y otorgando en el Título primero -de los seis que componían el texto de la Constitución en comento- rango constitucional a la referida Declaración de enero de 1918, en cuya virtud Rusia se declaraba República de los Soviets de Diputados obreros, soldados y campesinos, instituida sobre la base de la unión libre de las naciones que formaban la Federación de las Repúblicas Nacionales de Soviets.
A su vez, el documento destaca que la Constitución Soviética, fijaba como objetivos fundamentales alcanzar la abolición de toda explotación del hombre por el hombre, la eliminación de la división de la sociedad en clases, el aplastamiento de los explotadores, la organización socialista de la sociedad, y el triunfo del socialismo a nivel mundial, a cuyos efectos, entre otras cosas, anulaba la propiedad individual sobre la tierra, declarando de dominio público todas las propiedades rústicas, que serían transferidas sin indemnización a las masas trabajadoras. También, indica que declaraba bienes públicos las aguas y bosques, suelo y subsuelo, que fueran de interés público, así como el material y herramientas, el ganado, las granjas modelos y las explotaciones agrícolas.
Del mismo modo, el autor puntualiza que la Constitución en comento sentaba las bases para la transferencia, en plena propiedad, de las fábricas, industrias, minas, ferrocarriles y otros medios de producción y de transporte, a la República obrera y campesina de los Soviets; que a la vez, ratificaba la nacionalización de los bancos en provecho del Gobierno soviético.
Asimismo, con el fin de destruir lo que denominaba “las clases parásitas de la sociedad”, instituía el trabajo obligatorio para todos, decretando a la vez armar a los trabajadores y la formación del Ejército Rojo socialista de los obreros y campesinos.
Finalmente, el estudio concluye -entre otras observaciones- que el contenido de la Constitución se concebía como un programa a realizar para alcanzar un fin político supremo, que no era otro que canalizar la transición de la sociedad capitalista a la sociedad comunista a través de un período político de tránsito entendido como una dictadura revolucionaria, liderada por la clase obrera; por lo que desde esa concepción “programática”, lo determinante fuera la realización efectiva del modelo socio-político y económico diseñado en la Constitución, o dicho de otra manera, la Constitución soviética de 1918 prefigura un orden que los poderes de la República de los Soviets de Diputados obreros, soldados y campesinos, esto es, el Estado soviético habría de realizar o desarrollar para conseguir la única opción posible y predefinida en el texto constitucional, estatalizando la sociedad; articulanso así, un paradigma constitucional encontrado al liberal-democrático que ha pretendido organizar y limitar el Estado con el objeto de garantizar las libertades individuales.
Vea texto íntegro de la publicación.
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