Después de las elecciones legislativas celebradas el domingo pasado en Austria, el panorama para la igualdad LGTB aparece sombrío. El crecimiento de los partidos de la derecha conservadora, unido al descalabro de los Verdes, conformarán un Consejo Nacional (la cámara baja del Parlamento) en el que las fuerzas contrarias a la igualdad matrimonial suman casi dos tercios de los diputados. Además, el más probable regreso de esas fuerzas políticas a responsabilidades de Gobierno aleja la posibilidad de que se llegue a un acuerdo legislativo en esta materia en el Parlamento. La única esperanza para los activistas, por el momento, reside en el Tribunal Constitucional, que anunció que estudiará la actual prohibición del matrimonio para las parejas del mismo sexo por si pudiera ser contraria a la norma fundamental del país.
Cabe recordar el canciller en funciones, Christian Kern, había promovido una serie de medidas concretas en el ámbito de la equiparación de derechos y la lucha contra el lenguaje de odio. Su propuesta, parte de un conjunto de reformas que anunció en enero de este año con el nombre de “Plan A”, incluía: Elevar a rango constitucional la prohibición de la discriminación basada en la orientación sexual. Abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo. Modificar la ley de igualdad de trato para que sea aplicable, entre otros, a la búsqueda de vivienda y a los establecimientos de ocio (en la actualidad solo afecta al derecho laboral).
Austria es uno de los pocos países de Europa occidental (junto con Italia y Suiza) que mantiene una definición excluyente del matrimonio en su legislación. Vive una situación de bloqueo sobre este asunto similar a la vivida en Alemania hasta junio de este año.
Los avances en el reconocimiento de los derechos LGTB en Austria se han alcanzado hasta ahora principalmente a partir de sentencias del Tribunal Constitucional. Este falló en 2014 a favor de permitir a las parejas de mujeres acceder a los tratamientos de reproducción asistida y en enero de 2015, de la adopción conjunta homoparental. Anteriormente, la ley de uniones civiles aprobada en 2009 ya había sido modificada a instancias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para regular la adopción de los hijos biológicos del compañero del mismo sexo. El último logro ha sido la apertura de los registros civiles a las parejas del mismo sexo que quieran formalizar su unión, como ya se hace en el caso de las bodas heterosexuales.
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