En el marco de un proceso penal seguido ante un Tribunal de Texas en contra de un ciudadano mexicano –Ramiro Hernández– por asesinar a profesor de Historia y por la violación de la esposa de éste último, la Corte Suprema de los Estados Unidos denegó la apelación para impedir su ejecución. El recurso se fundó en no haberle permitido ejercer desde los inicios del proceso su derecho de asistencia consular, consagrado en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.
El Supremo Tribunal norteamericano, luego de rechazar el recurso interpuesto por la defensa del condenado, no entregó mayores antecedentes de su decisión.
Al efecto, cabe recordar que en Estados Unidos existen alrededor de 50 mexicanos con sentencias condenatorias a muerte pendientes de ejecutar por la comisión de diversos delitos, cuyos procesos, según resolvió la Corte Internacional de Justicia el año 2004, violan lo dispuesto en el artículo 36 de la Convención de Viena de 1963, referido al derecho a recibir asistencia consular inmediatamente de practicada la detención respectiva. Producto de esta decisión, algunos de los detenidos fueron liberados y otros lograron conmutar la pena de muerte, pero tres de ellos ya fueron ejecutados y aproximadamente unos 40 aún esperan en el corredor de la muerte.
A pesar de la decisión por la Corte Suprema de Estados Unidos, el ordenamiento jurídico aún permite la presentación de otras apelaciones, alegando el estado mental del condenado o para obtener detalles sobre la composición de la inyección letal, que el estado de Texas se niega a revelar.
RELACIONADOS
* Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó ejecución de ciudadano estadounidense…