La Corte Suprema de Estados Unidos, en el marco de un requerimiento presentado por el Estado de Arizona, dictó sentencia declarando la constitucionalidad de una de las más controvertidas normas contenidas en una ley de inmigración aprobada en el Estado de Arizona el año 2010: aquella –conocida como “muéstreme sus papeles”– que autoriza a la policía a detener a cualquier persona de quien se sospeche encontrarse en una situación migratoria ilegal.
Al efecto, cabe recordar que en Estados Unidos, de un tiempo a esta parte, una serie de estados federales –entre ellos Alabama, Utah, Carolina del Sur y el mismo Arizona– han decidido dictar sus propias legislaciones que pretenden controlar la inmigración –especialmente la que proviene de Latinoamérica: sobre todo de México–, imponiendo medidas que han redundado en ingentes restricciones a derechos fundamentales, como la igualdad ante la ley, la libertad personal y la no discriminación arbitraria, y que en gran parte de los casos ventilados ante las autoridades federales han terminado con la mera deportación de sus afectados.
Según lo anterior, y no obstante haber declarado la inconstitucionalidad de gran parte de sus disposiciones –como la norma que penalizaba el trabajo de un inmigrante ilegal: verdadero sustento de muchas empresas norteamericanas– se arguye por los detractores de la ley (entre ellos, el Presidente Barack Obama) que se corre el serio riesgo de restringir los derechos civiles de los inmigrantes –discriminándolos por su origen étnico o racial– que, en Estados Unidos, representan alrededor del 16% de la población.
Por lo mismo, concluyen los disidentes que deberán sentarse una serie de criterios para impedir que la policía provoque un verdadero éxodo de inmigrantes a otros estados con mayor flexibilidad en el control migratorio.
Vea texto íntegro de la sentencia Arizona v. United States de 25 junio de 2012.
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