La Carta Fundamental regula la materia –adquisición y perdida- en su capítulo II, que lleva por título, precisamente, “Nacionalidad y Ciudadanía”. También otorga, a quien le fuere desconocida o privada su nacionalidad chilena -por acto o resolución de autoridad administrativa-, el denominado recurso de reclamación en materia de nacionalidad, que se interpone ante la Corte Suprema y conoce el Tribunal Pleno.
La nacionalidad chilena se adquiere en virtud de las denominadas fuentes naturales, biologicas u originarias –los casos de ius solis o de ius sanguinis-, o bien por medio de las llamadas fuentes derivadas, adquiridas o legales, esto es, a través de la obtención de la carta de nacionalización o por especial gracia de nacionalización por ley.
La moción de los Senadores Chahuán y Tuma, observa que nacionalización por especial gracia constituye “el más alto honor que el Estado chileno puede conferir a un extranjero, en razón de su aporte al país y entrega al servicio de la nación, en áreas o actividades específicas de relevancia nacional”.
En virtud de ello y en reconocimiento a su noble entrega de apostolado cristiano a la feligresía ortodoxa de nuestro país, consideran de justicia que el Estado chileno otorgue la nacionalidad a don Sergio Abad Antoun, actual Arzobispo Metropolitano de la Iglesia para la Arquidiócesis de Santiago y de todo Chile, de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de la Santísima Virgen María, dependiente del Patriarcado de Antioquía.
La iniciativa legal fue aprobada en días pasados en la Cámara de Diputados, sin modificaciones, por lo que el Senado tendrá que remitirla próximamente al Presidente de la República para su promulgación.
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