En una reciente publicación se da a conocer el artículo “Banco Mundial revela alza de la pobreza en Chile entre 2013 y 2015”.
El documento recuerda que al igual que el primer objetivo de desarrollo sostenible del PNUD (erradicar la pobreza), el Banco Mundial tiene como meta reducir la pobreza en el mundo a 3% para el 2030.
A continuación, se sostiene que pese a estar bajo la meta global, las últimas cifras del Banco Mundial no son buenas para Chile, pues muestran que aumentó su tasa de pobreza: entre 2013 y 2015 subió de 0,9% a 1,3% de la población, similar a lo ocurrido según esta misma entidad entre los años 2006 y 2009, período en que la tasa de pobreza aumentó desde 2,3% a 2,6%.
El texto explica que la motivación principal del Banco Mundial era crear una medición comparable entre los países, que considere un mismo nivel de bienestar. Desde octubre de 2015, el Banco define la condición de pobreza como aquellos que disponen de menos de $ 1,9 dólares al día (medido según paridad de poder de compra, PPP, del año 2011), lo que corresponde a cerca de $24 mil por persona al mes, en pesos del 2017. Previo al año 2015, se utilizaba una línea de pobreza de $ 1,25 dólares PPP 2005 (aproximadamente $ 16 mil en pesos 2017). El utilizar el ajuste por PPP permite realizar comparaciones consistentes entre países.
A continuación se indica que bajo esta medición, la tasa de pobreza global medida con el umbral de US$ 1,9 dólares se redujo de 35,2% a 10,7% entre 1987 y 2013, lo que significa que en dicho período casi 1.000 millones de personas habrían salido de la pobreza. Al mismo tiempo, el ingreso promedio per cápita subió de US$ 6.747 a US$ 9.948 en esos años (medido en dólares constantes de 2010).
No obstante estas buenas noticias, se expone que las últimas cifras del Banco Mundial no muestran un escenario tan auspicioso para nuestro país: si bien nuestra tasa de pobreza ha disminuido aceleradamente desde 1987 a 2013, de 8,5% a 0,9%, esta tendencia se habría revertido en los últimos años. Más específicamente, utilizando la línea de pobreza de US$ 1,9 PPP se evidencia que la pobreza habría aumentado a 1,3% de la población, es decir, de 158.684 a 234.083 personas. Algo similar ocurrió entre 2006 y 2009 cuando la pobreza aumentó de 2,3% a 2,6%.
Luego se señala que en la entrega de resultados de la encuesta CASEN 2011, para el 2006 la pobreza extrema fue 3,2% (no 2,6%) y la pobreza 13,7%; el 2009 la pobreza extrema fue 3,7% (no 3,6%) y la pobreza 15,1% (no 11,4%); y para el año 2011 la pobreza extrema fue 2,8% (no 3,1%) y la pobreza 14,4% (no 10,9%). Con esto, el alza en la pobreza que se había registrado originalmente en 2009, y que sí reconocen las cifras del Banco Mundial, no quedó registrada en nuestra medición interna, convenientemente para la administración correspondiente.
Con respecto a esta decisión de las autoridades, se cita que el Panel de Expertos CASEN declaró: “el Panel no fue consultado respecto del cambio en la serie histórica de pobreza (años 2009 y 2011), en que se reemplazó los resultados entregados por el gobierno anterior por la fórmula seguida por CEPAL”. Adicionalmente, en la entrega de resultados de la encuesta CASEN 2015 se omitió la cifra de pobreza con la metodología histórica para el 2015, haciendo imposible una comparación adecuada en el tiempo.
Enseguida se explica que según el Banco Mundial, Chile venía disminuyendo de manera continua su tasa de pobreza, de 8,5% a 0,9%, entre 1987 y 2013. El alza a 1,3% en el año 2015 contrasta con la caída de 14,4% a 11,7% registrada para el mismo período por las cifras oficiales. Al ser nuestro umbral mucho más exigente que el establecido por el Banco Mundial, la medición internacional es más bien reflejo de la situación de una población con un mayor nivel de precariedad. Ello da cuenta que durante el período señalado es la situación de la población más vulnerable la que más empeoró. La medición del Banco Mundial, se agrega,  muestra un incremento en la tasa de pobreza para la población más vulnerable tanto entre los años 2006-2009 como entre 2013- 2015, ambos períodos donde el crecimiento económico y la creación de empleos en nuestro país se vieron afectados de manera importante. Contrario a lo que se aprecia para el período 2009-2013, en donde la reducción de la pobreza fue de 2,6% a 0,9% de la población y el ingreso per cápita anualizado se incrementó desde US$ 12.268 a US$ 14.551 (4,4% real anual).
Asimismo, el texto detalla que las últimas cifras de nuestro mercado laboral (correspondientes al trimestre móvil junio-agosto de 2017) muestran que desde marzo de 2014 se han creado 288 mil puestos de trabajo, es decir, en torno a 90 mil empleos al año, casi un tercio de los 254 mil empleos al año que se crearon en Chile entre 2010 y 2014. Además, la creación de empleos desde 2014 ha estado fuertemente marcada por empleos por "cuenta propia” (mayoritariamente sin contrato) y por una fuerte caída en el empleo asalariado privado. Es decir, el mercado laboral se ha precarizado, lo que, tal como muestran las cifras del Banco Mundial, ha tenido repercusiones en los más vulnerables.
Finalmente, se plantea que a la precarización del empleo se suma la renuncia que como país hemos hecho a la focalización de la política social, puesto que este Gobierno ha avanzado hacia políticas de derechos universales, perdiendo prioridad aquellos que más lo necesitan. El efecto de ambos fenómenos podría reflejarse en los resultados de la próxima encuesta CASEN y la correspondiente medición de la pobreza. La medición de la pobreza del Banco Mundial viene a confirmar la importancia del crecimiento económico y de la creación de empleo formal en el desafío de la superación de la pobreza, sobre todo la de aquellos que viven en una situación más precaria.Fuente:www.lyd.cl

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