El proyecto de ley, presentado por los diputados Lavín, Hasbún, Hernández, Molina, Morales, Silva, Trisotti, urres, Urrutia y Van Rysselberghe, pretende establecer una cultura, una forma de entender el mundo financiero desde temprana edad, incorporando en los estudiantes mayores niveles de reflexión en sus decisiones económicas.

Al  efecto, los autores expresan en el documento que esta medida es una buena forma de conocer de forma amplia las implicancias de una determinada gestión económica, otorgándoles, a los jóvenes, mayores espacios para decidir qué es lo correcto al momento de contratar un crédito determinado.

Enseguida, agregan que, en la actualidad, los jóvenes son objeto de abundante publicidad por parte de tiendas comerciales y de instituciones financieras, ofreciéndoles la posibilidad de ser clientes, y que, en general, los requisitos exigidos no son muchos, pues basta sólo con acreditar la condición de estudiante y que se está en un nivel medio de la carrera cursada, quedando en principio aptos y habilitados para convertirse en clientes, independientemente de la renta que tenga el futuro deudor.

De ese modo, conforme a lo anterior, los parlamentarios concluyen manifestando que “creemos que este asunto no se encuentra lo suficientemente regulado, por lo que se hace necesario la incorporación de mayores elementos de juicio por parte de los estudiantes y pensamos que ello se puede solucionar en parte con una buena educación financiera, apta para otorgarle a los estudiantes mayores niveles de reflexión acerca de los actos económicos que realizarán en el futuro”.

La iniciativa se encuentra en primer trámite constitucional, en análisis por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.

Vea texto íntegro de la moción, discusión y análisis.

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