Amnistía Internacional asegura que comentarios anteriores de funcionarios del Departamento de Estado, así como informaciones recibidas sobre la existencia de instrucciones para eliminar fragmentos sobre cuestiones tales como los derechos reproductivos y la discriminación, indican que la evaluación anual sobre los derechos humanos en el mundo que realiza el Departamento minimizará denuncias fundamentales de violaciones.
Joanne Lin, directora nacional de trabajo de incidencia y relaciones gubernamentales de Amnistía Internacional Estados Unidos, declaró que  “desde el principio, este Gobierno ha enviado el mensaje de que Estados Unidos ya no dará prioridad a los esfuerzos para que la comunidad mundial rinda cuentas respecto a los derechos humanos”.
De acuerdo a Amnistía, informaciones recibidas sobre la omisión de fragmentos clave en los que se habla de derechos sexuales y reproductivos, derechos de las mujeres y derechos de poblaciones marginadas, junto con la deferencia mostrada por el Gobierno ante gobiernos que son conocidos violadores de los derechos humanos, como los de Arabia Saudí y Turquía, hacen que dudemos de que estos informes den una imagen cabal de los derechos humanos en todo el mundo”.
La directora asegura que “los derechos reproductivos son derechos humanos, y pasar esto por alto es la última señal del repliegue de la administración Trump respecto al liderazgo global en materia de derechos humanos”.
Así, dice también que “los defensores y defensoras de los derechos humanos deben examinar los informes con mirada crítica y combatir cualquier intento de ocultar o minimizar las violaciones de derechos humanos dondequiera que hayan ocurrido”.

Vea declaración en inglés

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