En repuesta a la decisión del Presidente Emmerson Mnangagwa de conmutar la pena a las personas que llevan más de 10 años condenadas a muerte, la directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Austral, Muleya Mwananyanda, manifestó que “el Presidente Emmerson Mnangagwa ha dado un paso muy positivo al decidir librar de la horca a estas personas. Su decisión es loable, pero debe aprovechar el impulso de este paso positivo para garantizar que Zimbabue procede a abolir por completo la pena capital”.
En seguida agrega que “en todo el mundo, incluida el África subsahariana, los países están dejando de hacer uso de la pena de muerte. No existen pruebas creíbles de que la pena de muerte tenga mayor efecto disuasorio frente a la delincuencia que las condenas de prisión".
Por ello, solicita al Presidente Mnangagwa que proceda rápidamente a establecer una suspensión oficial de las ejecuciones como primer paso para abolir esta pena cruel e inhumana definitivamente.
Cabe señalar que el presidente Mnangagwa se ha acogido a lo dispuesto en el artículo 112 de la Constitución de Zimbabue para conmutar por cadena perpetua las condenas a muerte impuestas hace más de 10 años.
Zimbabue no lleva a cabo ejecuciones desde 2005.
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