En una columna publicada hoy, la periodista española Yolanda Rodríguez, sostiene que se produce acoso escolar o bullying cuando un niño se ve sometido a situaciones constantes, en las que otro niño o un grupo de niños le insultan, amenazan, chantajean, difunden rumores sobre él o incluso llegan a la violencia física agrediéndole o rompiendo sus cosas. También, agrega, se puede hablar de acoso cuando mediante su actitud consiguen aislarle de los demás.
Estas conductas, explica la comunicadora, pueden producirse dentro del colegio, por ejemplo en el recreo o en los baños, pasillos, gimnasio… y también fuera del colegio o por medios telemáticos (whatsapp, redes sociales…), en este último caso se denomina ciberacoso o ciberbulling.
Con respecto a cómo pueden darse cuenta los padres y profesores de que un niño está siendo víctima de acoso o ciberacoso, Rodríguez advierte que aunque el niño no cuente abiertamente lo que le ocurre, lo que es frecuente por miedo o vergüenza, padres y profesores debemos estar atentos a cambios en su comportamiento que puede darnos la pista de que algo de esta naturaleza está ocurriendo: generalmente el niño víctima de acoso está más triste, falta a clase más de lo normal, se relaciona menos con sus compañeros de colegio, bajan sus notas, se vuelve menos participativo en clase, le desaparecen sus cosas, tiene más heridas o marcas de lo habitual en niños de su edad, está deseando marcharse rápidamente del colegio a encerrarse en casa o no suele querer salir a la calle.
¿Qué puede hacer el centro educacional?
De acuerdo a la periodista, es clave la actuación del centro educativo tanto a nivel preventivo mediante acciones de concienciación dirigidas a los niños como actuando ante la sospecha de que un caso de acoso se esté produciendo.
En la actualidad, añade, éstos van poco a poco tomando conciencia del problema y van dedicando más tiempo a la formación específica del profesorado y personal del centro en la detección inmediata de este tipo de situaciones, y poner medidas al respecto, ya que deben saber diferenciar situaciones de acoso, de otro tipo de pequeños conflictos muy habituales en el entorno escolar, por lo que no se les da la debida importancia con la típica respuesta “son cosas de niños”, “esto es normal en el Colegio”, etc.
¿Puede el acoso escolar llegar a ser un delito?
Rodríguez explica que si los acosadores tienen catorce años o más, serán responsables penalmente y podemos interponer la correspondiente denuncia penal.
El Código Penal califica como delito los actos que supongan un trato degradante con menoscabo grave de la integridad moral, así como los actos hostiles o humillantes reiterados que supongan grave acoso contra la víctima. Si la situación no reviste tal gravedad estaríamos ante un delito leve de vejaciones o injurias, perseguible en vía penal sólo en el caso de que entre el denunciado y la víctima hubiera una relación de afectividad presente o pasada o de parentesco. Si los menores acosadores no tuvieran catorce años aún, en tal caso son inimputables penalmente y no pueden ser juzgados por vía penal ante un Juez de Menores. Tan solo cabría reclamar daños y perjuicios a los padres por los actos ilícitos cometidos por sus hijos.
¿Y si el acoso se produce a través de internet?
Por otro lado, afirma la periodista, el uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores es cada vez mayor y comienza a edades más tempranas.
A continuación, entrega pautas básicas para evitar el ‘ciberbullying’ o ciberacoso:
.En redes sociales no aceptes como amigos a personas que no conozcas.
.Pon siempre en la privacidad de tu perfil, solo conocidos.
.No seas cómplice. Nunca reenvíes contenidos que puedan dañar a otra persona. Aprende a respetar a los demás, en internet también.
.Si tienes algún problema con alguien en internet o en las redes sociales, no te calles, habla con tus padres, profesores o amigos.
.Rechaza un correo o un WhatsApp que te haga sentir incómodo o avergonzado, no lo contestes y cuéntalo siempre a tus padres o profesores. Controla tu vida en internet.
.Lo que se escribe en internet, se queda para siempre. No cuelgues nada que no pondrías en el tablón de anuncios de tu colegio.
La diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, en internet, es la misma que en la vida real. Si no lo haces en la vida real, no lo hagas en internet.
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