El Tribunal Constitucional de Rusia, en el marco de una solicitud presentada por un grupo de diputados acerca del cumplimiento de las obligaciones internacionales, resolvió que, en casos excepcionales, el Estado ruso puede no cumplir las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Al efecto, cabe recordar que la solicitud precitada se inició después de que el Tribunal de Estrasburgo condenara a Rusia a pagar 1.866 millones de euros a los accionistas de la petrolera Yukos, expropiada tras ser acusada de evasión de impuestos.
En ese sentido, la Magistratura Constitucional rusa adujo en su fallo que «Rusia puede, con carácter de excepcionalidad, dejar de cumplir sus obligaciones (internacionales), si es la única manera posible de evitar incumplir los principios básicos de la Constitución del país”.
Enseguida, expresó la sentencia que, a pesar de que la Carta Magna rusa establece la primacía de las normas contenidas en los acuerdos internacionales firmados por Moscú, “ni el Convenio Europeo de Derechos Humanos ni las posturas jurídicas del Tribunal Europeo adoptadas en virtud del mismo (…) eliminan la prioridad de la Constitución en el sistema jurídico ruso».
Finalmente, al referirse al conflicto de primacía, el TC ruso concluyó manifestando que la Convención de Viena, conforme a su criterio, «establece que los acuerdos internacionales deben ser interpretados voluntariamente y en conciencia».
Vea texto íntegro de la sentencia.
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